La instrucción de Llarena podría anular la causa del Procés
15
de Noviembre
de
2018
Actualizado
el
02
de julio
de
2024
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La instrucción del juez Pablo Llarena de la causa del Procés puede llevar a la anulación de la misma. La Sala que juzgará a los políticos catalanes encarcelados está contaminada porque a Pablo Llarena se le olvidó dictar el Auto de incoación que da vida a la instrucción. Esa omisión provoca que sea el auto de la sala de Admisión el válido pero aquélla no puede acordar ningún acto de instrucción.Este efecto contaminante de la Sala de admisión se produjo por el disparate que supuso el que no se dictara el Auto de incoación de ningún tipo de procedimiento, ni de sumario ni de diligencias previas, con lo que el Auto de la Sala de admisión tuvo que hacer ese papel en su lugar. Pablo Llarena no dijo en la causa del Procés ni una cosa ni la contraria. El sumario o las diligencias previas son los dos únicos procedimientos de investigación penal que existen en el ordenamiento jurídico español. O es una cosa o es la otra.Por tanto, no se puede iniciar ninguna investigación penal sin saber si se trata de un sumario o de unas diligencias previas. En las causas contra aforados la Sala de admisión del Tribunal Supremo es quien acuerda la apertura del procedimiento y designa al magistrado instructor, pero es a este último a quien le corresponde en realidad incoar el procedimiento de investigación según el tipo de delito, esto es, abriendo diligencias previas o sumario. Pero lo que no puede hacer el magistrado instructor es no abrir nada, como hizo Llarena.La omisión de Pablo Llarena convirtió automáticamente el Auto de la Sala de admisión en un verdadero acto de instrucción, algo que es incompatible con la labor de juzgar, contaminando, por tanto, a todos los integrantes de la misma Sala para dictar luego la sentencia.Esto es lo que se denomina en la doctrina como contaminación inquisitiva, que está prohibida por nuestro ordenamiento jurídico.
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