Desde el pasado lunes, se celebra en Ginebra la 77ª Asamblea de la Organización Mundial de la Salud. Una reunión anual, del máximo órgano de toma de decisiones, donde participan las delegaciones de los diferentes Estados Miembro.
Entre las cuestiones a abordar en la orden del día se encuentran dos cuestiones de gran calado: las enmiendas de modificación del Reglamento Sanitario Internacional, vinculante desde el año 2005, y la propuesta del Tratado de Pandemias.
El Tratado de Pandemias es, precisamente, uno de los elementos más destacables, precisamente por la envergadura de las cuestiones que en el borrador del texto se han planteado. Entre ellas, algunos Estados miembro han denunciado que se encuentran cláusulas que pondrían en peligro la soberanía de los Estados miembro,además de otro tipo de elementos muy criticados, como la declaración de una alerta por parte del Director General, sin que las circunstancias para determinarlo sean claras.
La falta de debate público ha sido también otro de los puntos más criticados, motivo por el cual, Estados miembro como Países Bajos, Chile, Argentina, han puesto sobre la mesa la debilidad del procedimiento y su irregularidad.
Llama la atención que en España se desconociera quiénes participarían como delegados en representación del Estado. Algo frecuente que suele ocurrir y que da muestras de cómo, esta Organización Mundial de la Salud, financiada en más del 80% de su presupuesto por la industria farmacéutica y fundaciones afines, opera.
En España no ha habido debate en el Congreso al respecto. Ni siquiera declaraciones públicas por parte de los responsables políticos, especialmente la Ministra de Sanidad, Mónica García, que recientemente ha publicitado su candidatura para formar parte del organigrama de la Organización.
Ha sorprendido también ver sentado junto a ella en la Asamblea a Fernando Simón, aunque la información sobre su participación se filtró, a pesar de ser supuestamente confidencial.
No se ha planteado absolutamente nada en España al respecto del texto propuesto, ni de la postura que nuestro Estado pretendía plantear, salvo declaraciones de los previos ministerios, señalando su apoyo a la propuesta del tratado, sin más detalles.
No se ha producido un debate a nivel público. Nadie conoce en España el calado de las propuestas presentadas por la OMS, como tampoco se conocen las implicaciones que, de aprobarse, podría tener en nuestro ordenamiento jurídico. Silencio y falta absoluta de democracia, es lo que se denuncia por diferentes expertos a los que Diario16plus.com ha tenido acceso.
Sin embargo, las palabras pronunciadas por la Ministra en la asamblea dan a entender todo lo contrario.
En un discurso leído por García, se hace referencia al consenso, al debate social que ha habido en España al respecto. Se pretende dar a entender que esta importante cuestión ha sido abordada por las instituciones, pero también, por la opinión pública. Una falsedad de enorme calibre, pronunciada por la representante del Gobierno, que ha generado estupor en las redes sociales.