La vicepresidenta primera Carmen Calvo se fue con la cabeza bien alta, con su dignidad intacta como socialista y feminista. Se fue ayer y volvió a hacer un gran servicio al socialismo y a España: echó al impostor de extrema derecha Iván Redondo lejos del socialismo, Redondo el maestro del presidente, el que llegó con un plan diseñado por una facción traidora del PP en sus manos y convenció a Pedro (recordemos que Pedro negó a Jesús tres veces y luego fundó su Iglesia). Que Dios nos coja confesados.
La política es muy canalla. ¡Qué pronto se olvidó Pedro de la voz humana socialista y feminista que le llevó al poder!.
Lo humano no es lo más valorado por estos «prototipos de liderazgo». No dejemos que, como su amiga la del banco, utilice el feminismo para el «maltrato».
La secretaria de igualdad del PSOE siempre con la cabeza en alto por el gran trabajo y legado que ha dejado.
¡Gracias! Hoy solo se dice de ti que «has hecho un trabajo extraordinario». Pregonan las mujeres socialistas de bien que ha sido un orgullo formar parte de tu equipo. Como mujer, como política y como verdad.
¡Siempre con contigo! Sigue, Carmen, esto no ha terminado. ¡Salud, socialismo, igualdad real, feminismo y libertad!