Los relatos políticos, aunque sean falsos, se convierten en apariencia de realidad de tanto repetirlos. Y de esa necesidad, la
ministra Calviño, hace virtud y para ello cuenta con un
mago de Comunicación del Ibex, su nuevo director de Prensa,
Juan Emilio Maíllo, (ex director de Comunicación de Telefónica), que ha sabido hábilmente que parezca que las
medidas sociales y progresistas acordadas en el
Consejo de Ministros para hacer frente a la grave crisis, sin precedentes , del coronavirus, p
arezcan salidas de la mente liberal de la ministra y de las propias multinacionales. Pero nada más alejado de la realidad.Ha ganado el
progreso, ha ganado la izquierda y han ganado los ciudadanos a pesar de Calviño y de su flamante "exseñor del IBEX”.El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tras escuchar los argumentos que de forma apasionada defendían sus ministros, optó por la visión más progresista y la apuesta por los ciudadanos más vulnerables, así como por las pymes frente a los intereses del Ibex.A nadie se le escapa que esa visión por la que apostó el Presidente del Gobierno estaba
defendida por Podemos y los cincos ministros más progresistas del PSOE en este Ejecutivo: Ábalos, Celaá, Escribá, Uribe y Maroto.Ríos de tinta
Sin embargo, incluso antes de que ese consejo de ministros finalizara, ríos de tinta corrían por los medios de comunicación y los grupos de WhatsApp del PSOE no oficial,
apostando por el éxito de la ministra Calviño, que siempre mantuvo una postura de moderación, defendiendo las cuentas públicas con una visión más liberal.Hay incluso quien nos ha hecho querer ver a Calviño como la defensora de la Democracia Económica, frente a un
Iglesias que sólo quería nacionalizar las eléctricas y la banca, al mejor estilo Venezolano. Un
argumento que se cae por su propio peso si se analiza con detenimiento el BOE del 18 de marzo y las innovadoras medidas sociales. A excepción quizá, del caso de los autónomos, que queda como asignatura pendiente.
Retraso en la comparecencia del Presidente
Horas de retraso en la comparecencia del presidente fueron el
caldo de cultivo perfecto para vender “su verdad” por parte del equipo de Comunicación de Calviño.Lo cierto es que las presiones que Sánchez recibió durante esos últimos días por parte del IBEX35, apoyadas por Calviño, chocaron de frente con la idea que tenían en mente tanto
Podemos como una parte de los ministros socialistas en el Consejo.Buscar una solución a la grave crisis que España está sufriendo pasaba por ayudar a los ciudadanos con medidas de corte social y económico a los trabajadores y pymes, al margen del gran capital, del déficit y del endeudamiento.Hoy todos están contentos. Los sindicatos, el Ibex, y pasando por la ministra Calviño y el
vicepresidente Iglesias. Pero para algunos de ellos, la procesión va por dentro.Que la verdad, en esta ocasión, triunfe en la política.