Santiago Abascal va camino de convertirse en el nuevo Quim Torra, solo que con muchas másarmas y posibilidades para romper Españaque el líder soberanista catalán. En un mensaje publicado en las redes sociales,el líder de Vox asegura que a Pedro Sánchez y a Pablo Iglesias les ha salido “el tiro por la culata” porque haninsultado a los españoles de los barrios bien de Madrid, esos comandos de marqueses con vidas aburridas que le hanencontrado el placer, la aventura y la emoción a la manifa callejera, a lasubversión y a la lucha de clases a la inversa.
Las gentes del orden y el dinero le han encontrado el rollo al estacazo limpio al mobiliario y al destrozo de la señal de tráfico en una extraña catarsis sociológica, una más de las muchas que nos ha traído el virus de Wuhan y su distópica “nueva normalidad”. El covid-19 no solo parece afectar a los pulmones de la gente con su neumonía atípica, también a las cabezas, y los ricos están cambiando el programa neoliberal de Adam Smith/Amancio Ortega por el manual de la guerrilla urbana del Cojo Manteca.
La efervescente y febril revolución de la gomina y el Lacoste de colores pastel ha prendido irremediablemente y según Abascal, que ejerce ya de Millán-Astray y mariscal de campo, la protesta “se extiende” por todos los rincones del país. La táctica de propagar la rebelión a las demás regiones pijomilitares, que ya fue adelantada por Diario16 en anteriores ediciones, era algo que se veía venir. Tal como informó nuestro periódico, el plan de Vox consiste en provocar un gran incendio de indignación y rabia popular, primero entre las clases adineradas del barrio de Salamanca para después llevarlo a otras zonas del país como Valencia o Sevilla. Un golpe social a la venezolana que parece diseñado por el mismísimo Juan Guaidó. El último tuit del partido de extrema derecha –“cuanto más insultan al pueblo español, con más fuerza reacciona; el 23 de mayo la caravana #FaseLibertad hará historia”– va en esa línea revolucionaria.
En realidad no hay tales movilizaciones masivas, sino más bien cuatro gatos ricos cabreados con mucho tiempo libre a causa de semanas de encierro y confinamiento. Lo que Abascal busca es enfrentar otra vez a las dos Españas, un fantasma que parecía definitivamente enterrado desde que el reciente y tristemente fallecido Genovés pintara su cuadro El abrazo, allá por 1976. Con su revolución de las cacerolas, con su esperpéntica y casposa revuelta de “borjamaris”, “cayetanos” y señoronas de visón propia de una película al más puro estilo del landismo que no tiene otro objetivo que tratar de desestabilizar el país en medio de una situación de emergencia nacional, Abascal va camino de emular los peores días del referéndum de autodeterminación del 1-O, cuando el Estado español terminó aplicando el artículo 155 a Cataluña. Si la rebelión de los pijos va cuajando en los próximos días, cabe preguntarse si Sánchez no tendrá que administrar también la Constitución al barrio de Salamanca, retirando a las clases altas y opulentas las competencias y privilegios forales del paraíso fiscal castizo que Díaz Ayuso, reina del dumpingultraliberal puro y duro, ha ido construyendo todos estos años para garantizar el derecho al pelotazo privatizador, al blanqueo de capitales, al fraude y a la evasión caribeña.
De seguir el líder de Vox por elcamino de la rebelión, quizá Sánchez tenga que poner en marcha a la Fiscalía con toda su formidablemaquinaria para convertir las protestas ciudadanas de los “cayetanos”, enprincipio pacíficas, en cruentos golpes de Estado, violentas insurrecciones y rebelionespopulares gravemente castigadas por el CódigoPenal. No se descarta que el presidente del Gobierno se vea obligado a enviara los piolines a la calle Núñez de Balboapara repartir unos cuantos mamporros y hacer entrar en vereda a estos nuevospatriotas indepes, desobedientes e insumisos fiscales que bajo su propiaestelada, o sea la bandera de Suiza quehan hecho suya, pretenden convertir Madrid en un gran emporio andorrano paragrandes fortunas a salvo del socialismo chavista y del Estado de Bienestar.
Si Quim Torra arengaba a sus muchachos de los CDR con su famoso “apreteu, apreteu”, el presidente de Vox hace exactamente lo mismo, solo que en lugar de jóvenes encapuchados anarcos y antisistema de las CUP él moviliza a furiosos golfistas, burgueses calvos, decrépitos con monóculo y patrones de yate. Ya solo nos queda saber cuánto tardaremos en ver a toda esa tropa friqui lanzando adoquines y piedras contra la Comisaría de Leganitos, el apedreado cuartel barcelonés de Via Laietana a la madrileña. Si Torra promocionó el “Espanya ens roba”, los ricos de Salamanca se han abonado al “Sánchez nos roba”, una versión aún más ultra del “Puigdemont a prisión”. Por cierto, ¿qué será de ese personaje?