Donald Trump está cada vez más cerca de cumplir su objetivo de presentar ante la ciudadanía estadounidense su mega reforma fiscal.
Después de haber pasado el filtro del Senado por la mínima, en una reñida discusión donde los votos no fueron unánimes entre los republicanos, quedaba pendiente aún el paso por la Cámara de Representantes.
El sueño de Trump era hacer la presentación de su logro el 4 de julio, fiesta nacional de Estados Unidos. Las últimas informaciones parecen apuntar a que es muy probable que así sea.
Esta mañana, el presidente norteamericano arremetió contra Truth Social contra los republicanos que se resistieron, mientras una votación de procedimiento para avanzar el proyecto de ley a una votación final en la cámara baja del Congreso estaba camino al fracaso, según detalla el Financial Times.
Con una estrecha mayoría en la Cámara, los republicanos sólo pueden permitirse perder tres votos en el proyecto de ley.
“Los mayores recortes de impuestos de la historia y una economía en auge versus el mayor aumento de impuestos de la historia y una economía fallida. ¿A qué esperan los republicanos? ¿Qué intentan demostrar? ¡El MAGA no está contento y les está costando votos!”, ha dicho Trump.
Un mensaje que se produce después de que ayer, miércoles, Trump se reuniera en privado en la Casa Blanca con estos disidentes republicanos para impedir que boicotearan su “gran y hermoso proyecto de ley”. La reunión no obtuvo los mejores resultados, ya que cinco de ellos permanecieron en contra, lo que haría, sin lugar a dudas, que la ley no saliera adelante.
La importancia de esta ley es que puede entenderse fundamental en el establecimiento de las bases del propio sistema de financiación pública. Algo que, sumado a la acción de DOGE, estaría suponiendo un cambio significativo en las estructuras estatales.
Las críticas han sido muy duras, especialmente las de Elon Musk, con quien Trump ha mantenido una acalorada batalla pública que se originó precisamente por esta legislación.
Finalmente, la votación ha salido adelante con 219 votos a favor. Solamente un congresista republicano se ha mantenido en su voto negativo.
"Brian Fitzpatrick, un moderado de una zona suburbana de Filadelfia, Pensilvania; una ciudad extremadamente demócrata en un estado volátil entre los dos principales partidos políticos. Los líderes del Partido Republicano pasaron buena parte de la tarde trabajando para persuadir a los escépticos con respecto a una legislación con numerosos recortes en prestaciones sociales básicas como Medicaid o cupones alimentarios básicos. Su votación, que debía producirse a última hora del miércoles, se retrasó hasta hoy porque varios republicanos se negaron a dar su voto, poniendo en peligro su aprobación", recoge Euronews.