La revista Compact, considerada uno de los principales altavoces de la extrema derecha alemana y cercana al partido Alternativa para Alemania (AfD), fue prohibida el 16 de julio de 2024 por el Ministerio del Interior de Alemania. La decisión ha generado un intenso debate sobre los límites de la libertad de prensa y la lucha contra la incitación al odio en el país. Además de la revista, se prohibió la editorial asociada Conspect Film GmbH y la difusión de contenidos en papel, web y televisión.
En su momento, el gobierno alemán, a través de la ministra del Interior Nancy Faeser, justificó la medida alegando que Compact promovía el odio contra judíos, personas migrantes y la democracia parlamentaria, además de difundir teorías conspirativas y contenidos antisemitas, racistas y revisionistas.
Compact, fundada en 2010 y dirigida por Jürgen Elsässer, mantenía estrechos lazos con la Nueva Derecha, el Movimiento Identitario y figuras polémicas de la ultraderecha europea. Desde 2021, la Oficina Federal para la Protección de la Constitución ya la clasificaba como publicación de extrema derecha comprobada.
El juicio en los tribunales arranca ahora, y el debate se ha vuelto a abrir.
El Ministerio del Interior subrayó que la revista no solo propagaba posturas anticonstitucionales, sino que lo hacía de manera agresiva y militante, incitando a sus lectores a posibles actos anticonstitucionales.
La prohibición fue acompañada por una amplia operación policial en cuatro estados federados, donde se registraron las sedes de la revista, domicilios de directivos y accionistas, y se incautaron activos y pruebas.
Desde el gobierno alemán se ha considerado esta medida como un “duro golpe contra la extrema derecha” y una señal clara de que no se permitirá la incitación al odio ni la definición étnica de la pertenencia a Alemania. Desde AfD y grupos de la oposición cercanos a la extrema derecha, sin embargo, consideran que la decisión es “propia de un estado policial” y la atribuyen al “miedo a la democracia” por parte del Ejecutivo.
Un debate abierto ahora mismo sobre la libertad de expresión dentro del ámbito constitucional que aumenta la tensión por momentos, en un país como Alemania donde la prohibición de medios es muy poco frecuente.
El Tribunal Administrativo Federal de Leipzig ha comenzado a analizar si la prohibición de Compact está justificada. El gobierno alemán y la Oficina Federal para la Protección de la Constitución argumentan que la revista atenta contra la dignidad humana de determinados grupos, fomentando el odio contra inmigrantes, musulmanes y judíos, y difundiendo un concepto nacionalista y étnico excluyente.
La polémica sobre Compact se produce en un contexto de fuerte incremento del extremismo de derecha en Alemania. Según el informe anual de la Oficina Federal para la Protección de la Constitución, el número de simpatizantes ultras ha subido un 23% en el último año, hasta los 50.000, de los cuales más de 15.000 son considerados violentos. Este aumento está vinculado, entre otros factores, al crecimiento del partido Alternativa para Alemania (AfD), al que Compact ha apoyado activamente.