Los atentados de Bruselas revelan fallos en la protección de la Unión Europea
25
de Marzo
de
2016
Actualizado
el
02
de julio
de
2024
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Con 26 muertos, hasta la 12 del mediodía del martes, la prudencia en el tratamiento de las noticias sobre atentados es un elemento uso indiscutible. Pero desde la prudencia y el respeto a as víctimas inocentes si que parece igualmente obligado tratar de entender no lo que ha ocurrido, sino por qué.Pero lo cierto es que apenas cinco días después de la detención del considerado “cerebro” de los atentados de París del 13 de noviembre pasado, Salah Abdeslam y su cómplice Monir Ahmed Alaaj, alias Amine, varias bombas han explosionado en Bruselas, dos en el aeropuerto de Zaventem y las otras en estaciones del Metro, una de ellas Maelbeek, cerca de los edificios de la Comisión Europea.Evidentemente la protección que requiere un país, Bélgica, y su capital Bruselas, además de Estrasburgo, que acogen a la Comisión Europea, el Consejo Europeo, Consejo de la Unión Europea, el Parlamento Europeo, además del Cuartel General de la OTAN, (Boulevard Leopold III, 1110 Bruselas), ha fallado.Parece fácil y de recurso en estos momentos afirmar esto, pero la realidad es tozuda y los hechos incuestionables. El cerebro y el corazón del primer mundo (considerando que Estados Unidos y Canadá forman parte de la OTAN) ha sido vulnerada y atacada.Y lo que es más inquietante y alarmante: la capacidad de reacción de los terroristas que cinco después de la detención Abdeslam han sembrado Bruselas de bombas, lo que puede evidenciar que vivían en esa ciudad, o no lejos.Abdeslam también vivía en Bruselas hasta su detención el viernes pasado, 18 de marzo, en el barrio de Molenbeek, cerca de done residen sus padres y sus amigos. Y allí ha permanecido cinco meses, siendo el terrorista más buscado de Europa.
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