Los españoles le compran a Felipe VI un coche de medio millón de euros

05 de Julio de 2019
Actualizado el 02 de julio de 2024
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Felipe - Letizia - Buga
En estos días en que los organismos públicos despiden a decenas de miles de profesores interinos, se cierran habitaciones de hospitales por las vacaciones de verano o se conoce que España es el quinto país de la Unión Europea con más personas en riesgo de pobreza extrema, se ha conocido gracias a una información de El Confidencial, que el Estado, es decir, todos los españoles, le va a comprar un coche al ciudadano Felipe de Borbón por un valor de casi medio millón de euros (454.000), un precio por el que se podrían haber comprado dos Ferrari, por ejemplo.El coche, en cuestión, o como lo ha denominado David Bollero en Público, el «Borbón-Móvil», será blindado y tendrá la categoría de «alta representación», por lo que se espera que quien gane la licitación ofrecerá un vehículo de gama alta, como el que ya se compró por más de 400.000 euros a Mariano Rajoy, es decir, un Audi A8.La licitación se ha realizado en el más absoluto de los secretos, sin dar ningún tipo de publicidad y a través de un proceso de negociado al que se invitó a acudir a tres empresas. Sin embargo, se han omitido la justificación del gasto, los criterios de adjudicación y las mercantiles que concursarán. Todo ello para proteger los «intereses esenciales de la seguridad del Estado».Además, el coste final del vehículo no se imputará al presupuesto de la Casa Real, sino que será asumido por el Ministerio de Hacienda, lo mismo que otros gastos que provoca la Casa Real y que no están dentro de su presupuesto, como la seguridad que le acompaña en sus viajes o el mantenimiento de los aviones que utiliza en exclusiva.Este oscurantismo que rodea todo lo que tiene relación con la familia del ciudadano Felipe de Borbón provoca que se trate de un Jefe del Estado que, además de no haber sido elegido por el pueblo, se está ganando a pulso la animadversión de la gente. Ver el derroche de dinero que se podría estar utilizando para otras cosas, derroche como los más de 100.000 euros destinados a las flores del Palacio de la Zarzuela.Los escándalos de presunta corrupción de Juan Carlos de Borbón, el Caso Noos, el derroche que supone el mantenimiento de la Familia Real o la protección judicial, social y mediática que se le concede a la Casa Real, son aspectos que, tras la crisis, ha hecho despertar a la ciudadanía y cuestionar lo que antes era incuestionable. Ante esto no es de extrañar que el CIS lleve años sin preguntar sobre la monarquía. Parece que eligieron el camino de «mejor no preguntar, no vaya a ser que…».Si a todo lo anterior le sumamos cómo el Estado manipuló al pueblo para dar legitimidad a una institución que no contaba con la legitimación democrática, nos encontramos en una situación en que el pueblo debe reclamar de una vez que se le permita tomar la palabra y decidir qué modelo político quiere para nuestra democracia.España tiene que decidir el futuro que quiere, darse cuenta de que, en ocasiones, el mayor éxito es el reconocimiento del fracaso. Nuestra democracia necesita reformas tan profundas que una segunda transición ya no es suficiente, es necesario reinventarse para llegar al lugar que se debió alcanzar tras la maduración democrática de una sociedad encapsulada tras 40 años de dictadura.
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