El líder conservador alemán Friedrich Merz no ha logrado los suficientes apoyos parlamentarios para convertirse en canciller hoy, "sumiendo en el caos la política de la mayor economía de Europa mientras busca salir de la recesión y frenar el extremismo de la extrema derecha", según ha informado Reuters.
Merz, que ha encabezado la lista de los conservadores en las últimas elecciones federales celebradas en febrero, firmó un acuerdo de coalición con los Socialdemócratas. Hoy debía ser refrendado como canciller en la cámara baja, pero se ha quedado a escasos votos de poder salir respaldado.
Un total de 310 votos le han apoyado, sin embargo, 18 miembros de su coalición no lo han hecho. Nueve diputados se abstuvieron y 307 votaron en contra de Merz, quedando la situación en un bloqueo en el primer intento que deberá resolverse mediante negociaciones en las próximas horas.
Los votos son secretos, por lo que la sorpresa se ha evidenciado en el rostro del propio Merz, que en los primeros instantes parecía recibir por sorpresa las cifras del escrutinio.
Merz estaba dispuesto a que se votara de nuevo hoy mismo, aunque la información disponible apunta a que la segunda vuelta podría tener lugar mañana miércoles o el próximo viernes. Esta información está aún pendiente de ser concretada. La ley establece un máximo de 14 días para celebrar esta segunda vuelta para Merz o proponer otro candidato.
Es la primera vez que esto sucede en Alemania y las críticas a nivel internacional apuntan también a un hecho "vergonzoso" para un líder que tenía como objetivo reforzar la imagen de Alemania en el exterior.
En su agenda ya estaba previsto visitar Francia y Polonia a partir del próximo miércoles, como nuevo canciller. Toda Europa estaba pendiente de la cámara baja alemana, y muy pocos podrían prever este parón producido.
«Toda Europa miraba hoy hacia Berlín con la esperanza de que Alemania se reafirmara como un pilar de estabilidad y una potencia proeuropea», declaró Jana Puglierin, directora de la oficina en Berlín del grupo de expertos del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores. «Esa esperanza se ha visto frustrada. Con consecuencias mucho más allá de nuestras fronteras», según recoge la agencia internacional de noticias.