La provincia de Huelva es una de las que cuentan con hábitats más diversos de todo el país. Doñana, tradición minera, serranía, marismas, agricultura intensiva de naranjos… Pese a esta enorme biodiversidad, la Administración andaluza ha encontrado precisamente en esta provincia, que posee una de las tasas de desempleo estructural más elevadas de España, el lugar ideal para centrarse en una actividad concreta y hacer de ella el gran vertedero de Europa a todos los niveles, sobre todo de residuos tóxicos y peligrosos. El interminable y polémico vertedero de Nerva, a escasos metros de su núcleo poblacional desde hace más de 25 años, el proyecto de una planta de los cuestionados tecnosoles en Riotinto, a escasos cuatro kilómetros de Nerva, y ahora también un macroproyecto de una balsa minera de 130 hectáreas (unos 200 campos de fútbol) a escasos 700 metros de las viviendas del pequeño municipio de Valdelamusa.
Los vecinos de la comarca afectada, que agrupa a las poblaciones de El Cerro de Andévalo, La Zarza, Calañas, Cueva de la Mora y la citada Valdelamusa, de apenas 600 habitantes, han iniciado un proceso de movilizaciones contra este proyecto, que ya ha obtenido el visto bueno del Gobierno andaluz de Juan Manuel Moreno Bonilla al considerar la Consejería de Sostenibilidad, ahora dirigida por la polémica ex titular de Salud, Catalina García, que dará puestos de trabajo a la zona “en la fase de construcción”. Los vecinos han organizado una recogida de firmas a través de change.org para detener la construcción de la balsa. “Este proyecto supone una amenaza directa para nuestra salud y nuestro medio ambiente. No podemos permitir que nuestros campos y nuestros recursos hídricos se contaminen con los residuos tóxicos de la minería moderna. Los riesgos son demasiado altos y las consecuencias podrían ser desastrosas”, apunta la nota firmada por Anabel Moreno.
Los vecinos inician movilizaciones contra el proyecto de Valdelamusa, que prevé una balsa minera de 130 hectáreas para acoger 15 millones de residuos peligrosos a apenas 700 metros de la población
Esta comarca se encuentra a apenas 40 kilómetros de distancia de la cuenca minera de Riotinto, donde se ubica el polémico vertedero de Nerva, que aún no tiene fecha de cierre “ordenado” como prometió el propio presidente andaluz, y cuya vida útil se prevé más allá de 2036, según todas las estimaciones de ecologistas y las formaciones políticas que se oponen a su funcionamiento.
También en la misma zona, concretamente en Minas de Riotinto, la compañía minera que explota el yacimiento de esta zona, Atalaya Mining, ha presentado un proyecto para la construcción de una planta de los polémicos tecnosoles a la que se han opuesto frontalmente todos los ayuntamientos de la cuenca minera (gobernados por el PSOE) a excepción del consistorio de Nerva, ahora dirigido por el Partido Popular y un concejal tránsfuga. El pasado febrero, un juzgado de lo Contencioso-Administrativo suspendió el trámite de la Autorización Ambiental Integrada (AAI) concedida por el Gobierno de Moreno Bonilla a la futura planta de tecnosoles de Minas de Riotinto, un inesperado revés al proyecto que la compañía minera de Riotinto intenta poner en marcha en la localidad con el supuesto fin de lograr la “regeneración los terrenos afectados por la minería histórica”.
La gente de Valdelamusa, El Cerro, Calañas, La Cueva y La Zarza se está moviendo contra la nueva balsa de ☠️residuos mineros de MATSA☠️.
— Clara Aurrecoechea (@ClaraAurrecoech) September 26, 2024
Dale 📢difusión📢 y firma contra esta barbaridad:https://t.co/BLKNY0whYRpic.twitter.com/Hal0PjSAAa
La promesa de creación de numerosos puestos de trabajo para la comarca de Valdelamusa, donde se encuentra la mina de Aguas Teñidas, gestionada por la multinacional australiana MATSA, también se hizo hace ya un cuarto de siglo a los vecinos de la cuenca minera de Riotinto para lograr la implantación del vertedero de Nerva en 1998. En la actualidad, este polémico basurero a nivel europeo apenas da trabajo a 40 personas en este centro de tratamiento de residuos tóxicos y peligrosos, que ha permitido que sus instalaciones alberguen basuras altamente peligrosas procedentes de diferentes países de la Unión Europea y también de otros extracomunitarios como Montenegro.
Tala de 36.000 pinos
La construcción de la balsa minera de la comarca de Valdelamusa supondrá la tala de unos 36.000 pinos ubicados actualmente en esta zona de alto valor ecológico y ambiental. Ecologistas en Acción ya presentó el pasado noviembre una denuncia contra la minera MATSA al considerar que este proyecto, que ya ha visto la luz verde por parte de la Junta, puede afectar a la calidad de las aguas dado el alto contenido en metales pesados en los residuos procedentes de la planta de procesamiento de mineral. “Esto es especialmente preocupante teniendo en cuenta que la instalación se encuentra sobre el Barranco del Tamujoso, cinco kilómetros aguas arriba del Embalse del Tamujoso. Dicho embalse es considerado reserva estratégica en caso de emergencia por sequía por la empresa mancomunada GIASHA, como es el caso actualmente, para abastecimiento de agua potable para toda la población de El Cerro del Andévalo. Además, las obras afectarían directamente al camino público conocido por los vecinos de la zona como “Camino de las Umbrías” o “Camino de las Umbrías de la Alcornocosa”, señalan los conservacionistas.