Muere la atleta Rebecca Cheptegei tras un brutal ataque de su novio: una vida extinguida por el terrorismo machista

La atleta olímpica ugandesa, reconocida por su participación en los Juegos de París 2024, fue rociada con gasolina y posteriormente prendida fuego, en un atroz acto de violencia de género en Kenia

05 de Septiembre de 2024
Actualizado a las 12:07h
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La atleta Rebecca Cheptegei (en el centro de la imagen co top de rayas amarillas) participó en el maratón de los pasados Juegos Olímpicos de París

El mundo del deporte está de luto tras el trágico fallecimiento de la atleta olímpica ugandesa Rebecca Cheptegei, quien murió a causa de las graves quemaduras sufridas en un ataque perpetrado por su pareja. Cheptegei, reconocida por su participación en el maratón de los Juegos Olímpicos de París 2024, donde terminó en la 44ª posición, fue rociada con gasolina y prendida fuego por su novio, Dickson Ndiema Marangach, en un acto de violencia que ha conmocionado a la comunidad internacional.

El incidente tuvo lugar el pasado domingo 1 de septiembre en el condado de Trans Nzoia, al oeste de Kenia. Según informes policiales, Ndiema Marangach irrumpió en la propiedad de Cheptegei mientras ella y sus dos hijas regresaban de la iglesia. El agresor la atacó frente a sus hijas, de 9 y 11 años rociándola con gasolina y prendiéndole fuego. La atleta fue trasladada de inmediato al Hospital Universitario y de Referencia Moi, en la ciudad de Eldoret, donde los médicos intentaron salvar su vida. A pesar de los esfuerzos médicos, Cheptegei falleció el pasado jueves debido a la gravedad de las quemaduras, que afectaban al 80% de su cuerpo.

El terrorismo machista: una tragedia recurrente en Kenia

Este caso no es un incidente aislado en el país africano. En los últimos años, varias atletas de renombre han sido víctimas de violencia de género en Kenia, lo que ha puesto de relieve un problema profundamente arraigado en la sociedad. En abril de 2022, la atleta bahreiní de origen keniano, Damaris Mutua, fue encontrada muerta en Iten, otro centro de entrenamiento de élite, y su compañero es el principal sospechoso. En octubre de 2021, la destacada corredora Agnes Tirop, doble medallista de bronce en los mundiales de 10.000 metros fue brutalmente asesinada en su hogar por su esposo.

Estos asesinatos machistas han generado un debate en torno a la seguridad de las mujeres atletas, así como a la urgencia de implementar políticas más efectivas para erradicar la violencia de género en Kenia y otros países de la región. Las organizaciones deportivas, junto con grupos de defensa de los derechos de las mujeres, han instado a los gobiernos y a las instituciones a tomar medidas firmes para proteger a las mujeres de la violencia doméstica y de género, una lacra que afecta no solo a las figuras públicas, sino a miles de mujeres en todo el mundo.

Una carrera prometedora truncada

Rebecca Cheptegei, de 33 años, era conocida por su tenacidad y dedicación al deporte. Desde joven mostró un talento excepcional para el atletismo, especializándose en carreras de larga distancia. Su participación en el maratón femenino en los Juegos Olímpicos de París 2024 fue un hito importante en su carrera, consolidándola como una de las principales representantes de Uganda en la disciplina.

Su trayectoria estuvo marcada por la perseverancia y el trabajo duro, entrenando en condiciones difíciles en la región fronteriza entre Kenia y Uganda. Cheptegei no solo era un símbolo de éxito para su país, sino también un ejemplo de superación personal para muchas jóvenes atletas que aspiran a alcanzar el éxito en un deporte altamente competitivo como el atletismo.

Sin embargo, su vida fuera de las pistas estaba marcada por una relación conflictiva con su pareja, un hombre que, según las autoridades, había protagonizado varios episodios de violencia previa. El ataque que finalmente le costó la vida es el resultado trágico de una escalada de abusos que, lamentablemente, no pudo ser detenida a tiempo.

Reacciones de la comunidad deportiva

La noticia de su muerte ha generado una ola de conmoción y tristeza en el mundo del deporte, tanto en Uganda como a nivel internacional. El presidente del Comité Olímpico de Uganda, Donald Rukare, expresó su profundo pesar por la pérdida de Cheptegei en un mensaje compartido en redes sociales: "Nos hemos enterado del triste fallecimiento de nuestra atleta olímpica Rebecca Cheptegei OLY tras un brutal ataque de su novio. Que su dulce alma descanse en paz y condenamos enérgicamente la violencia contra las mujeres".

Numerosos atletas, entrenadores y figuras públicas han condenado el ataque machista y han pedido justicia para Cheptegei, así como medidas más estrictas para prevenir la violencia de género. La Federación Internacional de Atletismo emitió un comunicado oficial en el que expresó su tristeza por la pérdida de una atleta talentosa y se solidarizó con la familia de Cheptegei en estos momentos de dolor.

En redes sociales, miles de personas han compartido mensajes de apoyo a los seres queridos de la atleta, pidiendo al mismo tiempo que se haga justicia y que se fortalezcan las leyes de protección contra la violencia de género en la región. "El deporte debe ser un lugar seguro para todos, pero especialmente para las mujeres. La tragedia de Rebecca Cheptegei debe servir como un llamado de atención para que tomemos acción", comentó una destacada corredora de maratón en su cuenta de Twitter.

La lucha contra el terrorismo machista continúa

La muerte de Rebecca Cheptegei es un recordatorio doloroso de la violencia que muchas mujeres enfrentan en sus hogares y comunidades. A pesar de los avances en la promoción de los derechos de las mujeres en África y en todo el mundo, la violencia de género sigue siendo una de las formas más comunes y devastadoras de abuso.

Organizaciones como ONU Mujeres, así como colectivos locales de derechos humanos, han estado trabajando para aumentar la concienciación sobre este problema y para implementar soluciones que garanticen la seguridad de las mujeres. Sin embargo, casos como el de Cheptegei evidencian la necesidad de hacer mucho más, tanto en términos de educación, protección legal y apoyo a las víctimas.

 

El legado de Rebecca Cheptegei como atleta seguirá vivo, pero su trágica muerte debe servir como un recordatorio de la urgencia de erradicar la violencia contra las mujeres. Es hora de que la sociedad se una para garantizar que tragedias como esta no vuelvan a ocurrir, y que las mujeres, sin importar su origen o su profesión, puedan vivir y prosperar en un mundo libre de violencia.

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