El New York Times ha añadido una nota editorial a uno de sus artículos más compartidos de los últimos días, en el que narraba la situación de Mohammed Zakaria al-Mutawaq, un niño de 18 meses de Gaza presentado como símbolo de la hambruna y la desnutrición severa en la Franja.

El periódico ha informado de que, tras la publicación, obtuvo nuevos datos relevantes: el pequeño también sufría problemas de salud preexistentes —en concreto, trastornos genéticos que impactaban su desarrollo cerebral y muscular—, una información esencial inicialmente omitida en el reportaje.
La imagen de Mohammed, acompañado de una descripción sobre la crisis alimentaria en Gaza, provocó una "reacción emocional intensa" y se viralizó como ejemplo de la desesperación humanitaria que atraviesa el territorio.
La rectificación del Times ha abierto un debate público sobre el rigor y la responsabilidad informativa, al no contextualizar en un primer momento la gravedad de sus patologías previas. En su aclaración, el diario mantiene que la salud de Mohammed se agravó en los últimos meses por la falta de alimentos y asistencia médica, y cita confirmaciones clínicas de su desnutrición severa. Sin embargo, señala que el deterioro físico del menor no puede atribuirse exclusivamente a la situación alimentaria, sino que sus enfermedades genéticas preexistentes explican en gran parte su aspecto y su estado de salud.
Distintos analistas y usuarios en redes sociales han acusado al Times de priorizar el impacto emocional sobre la precisión, señalando que la omisión de estos antecedentes médicos pudo contribuir a una narrativa deformada del caso. La madre del niño, Hedaya al-Mutawaq, había relatado en el texto original las dificultades para acceder a comida y atención sanitaria, pero la información médica esencial no fue destacada hasta la publicación de la nota editorial