Según ha publicado En Castilla La Mancha, "Ningún hospital público de Castilla-La Mancha practica abortos porque todos los médicos que pudieran hacerlo se han acogido a la objeción de conciencia, por lo que aquellas mujeres que quieran interrumpir de forma voluntaria su embarazo dentro de los márgenes legales que le permite la ley, deberá acudir a una de las dos clínicas privadas concertadas que se encuentran en la comunidad autónoma (en Albacete o en Ciudad Real)".
Los hospitales públicos de Castilla La Mancha solamente podrán practicar una interrupción "voluntaria" del embarazo cuando la causa sea por riesgo de la vida del bebé o de la madre.
Esta información ha sido confirmada hace unos minutos por la consejera de Igualdad y portavoz del Gobierno regional, Blanca Fernández, que ha reconocido que el gobierno de Emiliano García Page aún no ha encontrado la manera para poder compatibilizar la objeción de conciencia de los médicos con la atención a las mujeres que tienen derecho a interrumpir voluntariamente su embarazo en un hospital público según la nueva redacción legal.