Sorprende y destroza a todos los implicados en el proceso judicial que hoy comienza la crueldad de una madre y su pareja para golpear y estrangular hasta matar a un indefenso niño de dos añitos.
Vuelve a llamar la atención que los Servicios Sociales no tuvieran conocimiento del riesgo que corría el pequeño, mientras en otros lugares de España se arranca por la fuerza de los brazos a niñas de sus madres sin que haya mediado violencia alguna y tan sólo por un supuesto síndrome de alienación parental que no está reconocido en ninguna sociedad científica. Como claro ejemplo tenemos el caso de la madre Irune Costumero en Bizkaia.
De hecho, la acusación particular pedirá la prisión permanente revisable en el juicio con jurado popular que hoy se inicia en Elche (Alicante) contra una pareja de 27 y 29 años por golpear brutalmente y estrangular en el domicilio familiar a un niño de dos años y medio, que falleció tras cuatro días en la UCI.
Los acusados son la madre biológica del menor, Cristina J.M., y la pareja sentimental de ésta, José Antonio P.V., para quienes la acusación particular que ejerce el padre biológico a través del abogado Marcos García-Montes pide la prisión permanente revisable por la gravedad de dos delitos que suman 28 años (25 por asesinato y tres malos tratos habituales).
Jurado popular
El fiscal también solicita en su calificación de estos hechos sucedidos el 13 de septiembre de 2018 en Elche, los mismos 28 años de cárcel para cada uno de los acusados, sin incluir la prisión permanente. El juicio se inicia este lunes en la sección séptima de la Audiencia Provincial de Alicante, con sede en Elche, con la elección del jurado, y en principio está previsto que las sesiones se prolonguen hasta el viernes. Desde lo sucedido, la pareja está en prisión provisional.
Los hechos
El 13 de septiembre de 2018, los acusados se hallaban en el domicilio familiar de la calle Manuel Ruiz Magro de la ciudad ilicitana cuando, en un momento dado de la mañana, el menor, que se llamaba Aarón, tuvo un comportamiento que debió resultarles a los acusados "tan molesto que no encontraron mejor forma de corregirlo que propinarle golpes", según el escrito del fiscal.
Ya fuera "conjuntamente" o solo el padrastro pero "con conocimiento y consentimiento" de la madre biológica, el ministerio público sostiene que los acusados "agarraron con gran violencia al menor de dos años y, al tiempo que le gritaban, le dieron golpes, bofetadas y puñetazos que impactaban con fuerza contra su cuerpo”.
Además, lo sujetaron con fuerza para "estamparlo contra la pared" lo que provocó en el niño de dos años y medio un extenso hematoma y otras heridas de diversa consideración, aunque la causa de la muerte no fueron estas heridas sino el posterior estrangulamiento.
Violencia sin límites
"Sumidos los acusados en la violencia de la paliza, le agarraron del cuello, oprimiéndolo con tal fuerza que provocaron la asfixia del niño, impidiéndole respirar hasta que se desvaneció por la falta de oxígeno", según la calificación.
El fiscal relata que, solo cuando el menor pasó a estar inconsciente, la pareja comenzó a "comprender la gravedad de los actos que acababan de ejecutar y, atemorizados, se apresuraron a trasladar al niño al hospital", donde falleció cuatro días después en la UCI pediátrica del Hospital General de Alicante por las consecuencias del estrangulamiento.