El gobierno británico anunció ayer lunes que se ha abierto una investigación para conocer el papel que han podido desempeñar potencias extranjeras en la amplificación de la "desinformación on line que ha ayudado a alimentar las protestas violentas", al tiempo que ha advertido a las empresas de redes sociales sobre su responsabilidad en el control de mensajes falsos y de odio. Así acaba de informar Euractiv sobre estos hechos.
Los altercados estallaron la semana pasada después de que se produjera el asesinato de tres niñas en la ciudad de Southport, una ciudad costera en el norte de Inglaterra. Los altercados se han producido en movilizaciones contra inmigrantes, después de que se difundiera en redes sociales información supuestamente falsa del asesino, que le señalaba como un migrante islamista.
Las protestas por parte de grupos antiislamistas y antiinmigración se extendieron rápidamente por las calles de diferentes ciudades de Gran Bretaña, y las mezquitas y residencias donde se encuentran hospedados ciudadanos inmigrantes han sido objetivo de ataques, dando lugar a graves enfrentamientos contra la policía.
Desinformación como elemento fundamental en los altercados
Se considera desde el gobierno que la desinformación difundida en redes ha sido un elemento fundamental para movilizar las protestas que terminaron en agresiones y altercados.
El gobierno ha abierto ahora una investigación para conocer el alcance que ha podido tener la injerencia de otras potencias externas en la difusión de este tipo de información falsa y de incitación al odio a través de las redes sociales. En el punto de mira se encuentra Stephen Yaxley-Lennon, conocido por el seudónimo de Tommy Robinsony exlíder de la extinta Liga de Defensa Inglesa antiislámica, ha sido acusado por los medios de difundir desinformación para generar los altercados.