Dos diarios alemanes, Süddeutsche Zeitung y Zeit, han publicado en el día de ayer una importante información, según la cual, el Servicio Federal de Inteligencia alemán (BND) consideraba, desde 2020, que era probablemente un accidente en un laboratorio de Wuhan (China), la causa de la pandemia del Covid-19.
Según publica Zeit, la información estaría señalada como "Secreta" y la Cancillería la habría mantenido bajo secreto durante estos cinco años.
China pide moderación
China ha pedido "moderación" ante la información publicada. "En la cuestión del coronavirus, China rechaza firmemente cualquier forma de maniobra política", ha dicho la portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores, Mao Ning, en Pekín. Desde China consideran que las cuestiones científicas deben ser evaluadas por científicos.
Mao se ha referido al grupo de expertos que la OMS envió para hablar con investigadores de los laboratorios más relevantes de Wuhan. Y recuerda que entonces, la agencia mundial de la salud concluyó que era "muy improbable" que el virus se hubiera filtrado desde allí.
Recuerda el Süddeutsche que, "sin embargo, la OMS lleva cuatro años subrayando que todas las hipótesis sobre el origen del virus Sars-Cov-2 siguen sobre la mesa." "La investigación de 2021 fue sólo el comienzo, no el final", subrayan. A finales de 2024 la OMS volvió a pedirle a China que "proporcionase datos y acceso para que podamos comprender los orígenes del Covid-19" y apuntó a que se trataba de un "imperativo moral y científico".
La cancillería alemana pide revisar la información
Señala la prensa alemana que la Cancillería habría pedido a los científicos que examinasen la evidencia presentada por el BND en sus informes confidenciales respecto a la afirmación de que el coronavirus se originó en un laboratorio en la ciudad de Wuhan, en el centro de China. Según el diario “Neue Zürcher Zeitung”, la BND tenía pruebas plausibles de la llamada "teoría del laboratorio" y se están sometiendo a una evaluación por parte de un panel de expertos en reuniones que ya se han comenzado durante los últimos meses, aunque no han trascendido a la opinión pública.
Información publicada en diarios alemanes
El diario alemán Zeit publicaba el pasado 12 de marzo que, en las primeras semanas de 2020, mientras un nuevo y mortal virus se propagaba por todo el mundo, un grupo de agentes del Servicio Federal de Inteligencia (BND) se reunía en Berlín. La investigación fue iniciada durante el mandato de Angela Merkel. En ese momento, Bruno Kahl, presidente de la BND, informó personalmente a la Cancillería sobre la operación de inteligencia y la evaluación de la agencia. Se decidió guardar silencio.
Con el cambio posterior de gobierno y la llegada de Olaf Scholz, Brino Kahl repitió la misma operación e informó a la Cancillería. Sin embargo, apunta la publicación, ni la Comisión de Control Parlamentario del Bundestag, encargada de supervisar los servicios de inteligencia, ni tampoco la Organización Mundial de la Salud (OMS) fueron informados.
Se pretendía resolver entonces "el mayor misterio científico del momento: el origen del coronavirus". "Los funcionarios alemanes pertenecen a varias unidades de inteligencia y se especializan en robar secretos y espiar", remarca la información publicada.
La operación, cuyo nombre en código es "proyecto Saaremaa" tiene como objetivo a las agencias del gobierno y a los institutos científicos chinos, incluyendo a los de Wuhan, donde surgió por primera vez el virus.
A finales del año pasado, el gobierno alemán decidió encargar a expertos externos que revisaran las conclusiones del BND. Desde diciembre de 2024, científicos externos de alto rango examinan, por encargo de la Cancillería, la validez de las conclusiones del BND.
El grupo incluye al presidente del Instituto Robert Koch, Lars Schaade, y al virólogo berlinés Christian Drosten. Aún no hay un resultado final disponible.
El Instituto de Virología de Wuhan está en el foco mundial durante esas semanas, señalan. La destacada científica Shi Zhengli, más conocida como la "mujer murciélago" estaba realizando investigaciones allí. Concretamente, buscaba coronavirus en la naturaleza, y de forma específica, en los murciélagos.
Según la información analizada, los investigadores habrían hallado datos inéditos y documentos internos de investigadores chinos. "Un material fascinante y explosivo desde la perspectiva científica e histórica, pero también política. Y sobre todo, material que, combinado con información públicamente conocida, puede permitir extraer conclusiones sobre el origen del virus".
Apunta el diario alemán que "la operación secreta del BND ha provocado un debate que sigue agitando al mundo, incluso cinco años después del estallido de la pandemia: ¿el virus realmente se originó en el mercado de animales de Wuhan, que durante mucho se consideró como el lugar más probable del brote? ¿O proviene de un laboratorio chino, como se sospechó desde el principio, sin que nunca se presentara evidencia alguna?"
Y, si el virus escapó del laboratorio, ¿qué responsabilidad tiene el gobierno de Pekín por una pandemia que, según estimaciones de la OMS, habría costado la vida hasta a 20 millones de personas, incluyendo a 174.000 solamente en Alemania? Además de los miles de millones de dólares en daños económicos.
Los más escépticos señalan que "no sería la primera vez que el BND se equivoca". Y se remarca que "la evaluación del BND es tan electrizante como altamente política y, probablemente, haya sido el secreto mejor guardado de Berlín durante años".
Un año y medio de investigación de ZEIT y Süddeutsche Zeitung, basada en conversaciones con diversos participantes de agencias gubernamentales y de inteligencia, así como con expertos, "permite ahora por primera vez reconstruir las líneas generales del "Proyecto Saaremaa".
El nombre del proyecto proviene de una isla estonia en el mar Báltico. Y esto plantea algunas preguntas: "¿dos gobiernos federales sucesivos, primero la gran coalición bajo Angela Merkel y luego la coalición del "semáforo" bajo Olaf Scholz, del SPD, han amordazado al BND, tal vez para evitar un debate doloroso con repercusiones políticas globales? ¿O acaso lo que reveló el servicio de inteligencia alemán es tan vago que no permite sacar conclusiones serias?
La investigación apunta a experimentos que se estaban haciendo en el laboratorio, tesis doctorales, que tenían un nivel "inusualmente alto de conocimiento sobre el supuesto nuevo virus en una etapa inusualmente temprana".
Se explica que, bajo la dirección de uno de los científicos más solicitados, un jefe del departamento, que es virólogo, el material obtenido en la investigación fue analizado, "una y otra vez" y siempre se llegó a la misma conclusión. "El BND está convencido, después de evaluar todas las evidencias, de que el coronavirus probablemente se originó en un laboratorio chino". El servicio de inteligencia alemán, evalúa la probabilidad utilizando un sistema especial, el "índice de probabilidad", una medida de la fiabilidad de la información. La teoría del origen de laboratorio tiene una certeza entre el "80 y el 95%". Pero no pueden afirmar tener ninguna prueba definitiva.
Se supone que el laboratorio de Wuhan, el Instituto de Virología, tiene un nivel de protección que evitaría la fuga de cualquier patógeno del laboratorio. Pero los investigadores consideran que en realidad, no era así y que las medidas de seguridad eran "sorprendentemente laxas".
La dejadez era generalizada, señalan. Esto aumentó el riesgo de que los patógenos pudieran realmente haber salido del laboratorio. Los evaluadores no creen que esa fuera la intención de los chinos. Creen que fue un accidente. El gobierno chino siempre ha negado el origen del laboratorio.
El diario alemán considera que la investigación era demasiado explosiva como para que el servicio secreto la guarde para sí. Y explica que en 2020 el presidente del servicio del BND entregó el informe a la Cancillería Federal, concretamente a Johannes Geismann, secretario de Estado y responsable de los servicios de inteligencia.
La Cancillería encargó oficialmente a la BND que investigara el origen del virus, pero detectó dos problemas. En primer lugar, ¿qué nivel de confianza dan las investigaciones del BND? ¿Es posible que el BND esté equivocado y sólo esté especulando? Entre el entorno de Angela Merkel predominan los escépticos: "no sería la primera vez que el servicio se equivoca, la última vez en su pronóstico sobre la caída de Kabul". El segundo punto es igualmente grave: cuando la BND informó a la Cancillería, la cuestión del origen del virus ya hacía tiempo que se había convertido en una cuestión política. Las dos superpotencias, Estados Unidos y China, son responsables de ello.
En abril de 2020, cuando el mundo todavía estaba en su primer confinamiento, el entonces presidente estadounidense Donald Trump declaró que la teoría del laboratorio estaba prácticamente probada, señala el diario alemán. Trump afirmaba entonces que había visto los expedientes, pero no le permitían hablar de ellos y solo hablaría del " virus chino".
En China, el gobierno de Pekín se dedicó a "bloquear una investigación independiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y en su lugar difundía teorías conspirativas", recoge la noticia alemana. Una de ellas, lanzada por el Departamento de Estado chino, es que soldados estadounidenses podrían haber traído el virus a China cuando participaron en juegos militares en Wuhan en octubre de 2019. Las dos superpotencias, entre otras cosas, están actuando "como matones en un patio de recreo", dijo la OMS.
Señala la información publicada que ahora mismo, el gobierno alemán está atrapado entre dos rivales globales. Y el conflicto tiene el potencial de convertirse en una explosión política global. En medio, sitúa a la BND con sus datos, documentos e interpretaciones.