Si hay muertos en el Open Arms el único responsable será Salvini
20
de Agosto
de
2019
Actualizado
el
02
de julio
de
2024
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“Si tengo que terminar en prisión por defender la seguridad de mi país lo haré con la cabeza alta”, ha asegurado el vicepresidente y ministro de Interior del Gobierno de Italia, Matteo Salvini. Y visto lo que está ocurriendo en las últimas horas a bordo del Open Arms no sería descabellado pensar que haya tenido una premonición acertada y que el líder ultraderechista termine sentándose ante un tribunal de Justicia en el caso de que alguno de los pasajeros del barco solidario pierda la vida o sufra daños irreversibles tras más de dos semanas de terrible singladura por el Mediterráneo.En el momento de redactarse esta información la situación en el buque sigue siendo dramática mientras Italia se niega a abrir sus puertos por una simple razón: la xenofobia de su primer ministro que ve “invasores” donde solo hay un puñado de personas rescatadas en el mar que necesitan comida, agua y asistencia sanitaria urgente. Las condiciones higiénicas en el Open Arms son deplorables (un barco tan pequeño no puede garantizar aseo diario a más de 150 pasajeros), el alimento y el agua empiezan a escasear y lo peor de todo es que tras 17 días de navegación en semejantes condiciones de hacinamiento −sin camas donde dormir, apretujados como animales y expuestos a las inclemencias del calor y del mar−, las personas empiezan a sufrir efectos psicológicos adversos. Hablamos de confusión, de estrés, de ansiedad y en los casos más graves de pérdida de la conciencia y de desvanecimientos o desmayos. A todo ello se une que esta gente viene de una situación límite: han soportado días de travesía en el desierto, han sido maltratados por las mafias que se dedican al tráfico de personas, han sufrido el trauma de tener que separarse de sus seres queridos y han convivido con el miedo a morir de hambre, a causa de la guerra o la enfermedad. Ni que decir tiene que los menores y las mujeres embarazadas son los que más sufren tales situaciones extremas.Está claro que se trata de personas que necesitan ayuda médica inmediata. Y pese a ello, pese al inmenso drama humano, el cruel Salvini, el psicópata Salvini, se niega a permitir la entrada del barco en tierra italiana. ¿Está cometiendo un delito el líder de la extrema derecha xenófoba europea? Sin duda. El ministro no solo está infringiendo el deber de asistencia en el mar establecido en el artículo 12.1 del Convenio de Ginebra que obliga a los Estados a prestar auxilio a toda persona que se encuentre en peligro de desaparecer en el mar y a enviar buques de salvamento “a toda la velocidad posible” para prestar ayuda a los náufragos, sino que también estaría cometiendo un delito de omisión del deber de socorro o incluso de homicidio por imprudencia. Además, podría incurrir también en delitos de odio (su intransigencia manifestada en declaraciones públicas solo puede obedecer a posicionamientos ideológicos supremacistas o racistas) o incluso en delitos de tortura o lesa humanidad.Pero nada de eso parece importarle al fanático ministro del Interior italiano, que ha celebrado el anuncio de que el Gobierno español ofrece el puerto de Algeciras al Open Arms como una victoria de sus políticas xenófobas. “Una buena noticia. Quien resiste, vence. Solo contra todos (...) Quien resiste, vence. El Gobierno español abre los puertos”, ha cantado victoria Salvini en un grotesco vídeo publicado en sus redes sociales.Mientras tanto, a última hora de la tarde de ayer el buque se encontraba frente a las costas de la isla de Lampedusa. Los inmigrantes a bordo, 107, fueron rescatados hace ya 17 días y la situación es “insostenible”, según el capitán del barco. Algunos de los rescatados, llevados por el pánico, se han arrojado por la borda tratando de alcanzar a nado la costa italiana. No aguantaban más días de tortura en alta mar.El ministro italiano ha ironizado sobre las críticas en la prensa y de la clase política ante su negativa a abrir los puertos italianos. “Salvini es horrible, malo, racista; es responsable de todo (...). Este domingo me he despertado con un mensaje del Open Arms en el que hablan del miserable ministro Salvini, de una vergüenza mundial”, ha señalado riéndose de todos.Además, ha vuelto a desmentir que haya una emergencia médico-sanitaria a bordo de la embarcación y se ha burlado de la visita del actor estadounidense Richard Gere al buque. “Bonitas vacaciones en un velero en Italia”, ha dicho mofándose de la estrella de Hollywood. Cabe recordar que el líder del partido ultraderechista Liga Norte está inmerso en una crisis política por sus diferencias con su principal socio de Gobierno, el Movimiento 5 Estrellas, de modo que perder la batalla de la opinión pública en el caso Open Arms supondría un paso atrás en su carrera política y en la construcción de esa imagen de duro que se ha labrado en los últimos años. Salvini está jugando al gato y al ratón con la comunidad internacional. Pero que no se ande con tonterías el ministro porque todavía sigue habiendo códigos penales, tratados internacionales y tribunales de justicia que protegen la vida y los derechos humanos. Torres más altas y poderosas que él cayeron en su día. Su idolatrado Mussolini, sin ir más lejos.
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