Los objetivos planteados por la Unión Europea sobre las emisiones de los automóviles para 2025 son inalcanzables para la industria, según afirmó ayer domingo Martin Jahn, de la junta directiva de Skoda Auto y vicepresidente de la Confederación Industrial Checa.
Entrevistado por la prensa checa, Jahn señaló que el aumento previsto de la demanda de vehículos eléctricos no se ha materializado, lo que supone que el sector va a tener dificultades para poder cumplir con los estrictos límites que desde la UE se han marcado en lo relativo a emisiones de CO2.
“En estos momentos, se está haciendo evidente que será imposible cumplir esos objetivos. El interés por los coches eléctricos aumentó primero del 14% al 16%, pero luego volvió a caer al 14%, cuando esperábamos un 20% de media”, explicó Jahn.
Además, fue muy contundente sobre las previsiones a futuro, que no parecen mejorar, puesto que se espera que la demanda natural de vehículos eléctricos se mantenga estable, aunque no se prevé un aumento notable en la demanda.
Si la política permanece tal y como está, desde Skoda se muestran seriamente preocupados. "Si no se replantea la política, los próximos años serán bastante dolorosos. Tendremos que pagar multas o comprar créditos a otras compañías automovilísticas, las que solo fabrican coches eléctricos, como las de China", advirtió.
Paradoja sobre penalizaciones
Se apunta en Euractiv a la situación paradógica que podríamos vivir, puesto que podríamos ver cómo las empresas europeas son penalizadas, mientras dependen del cumplimiento por parte de las empresas chinas de la normativa vigente.
Y es que, según los afectados del sector, "el marco regulatorio actual podría obstaculizar significativamente la rentabilidad, que es crucial para financiar la innovación y el desarrollo". "El sistema minará fundamentalmente nuestra rentabilidad, que necesitamos en la fase de innovación", ha subrayado Jahn.
República Checa se compromete con las demandas del sector
Desde el gobierno checo, tanto el primer ministro como el ministro de Transporte, han afirmado que se impulsarán cambios en las normas sobre emisiones de los automóviles.
"Algunos de los objetivos del Pacto Verde han resultado ser muy poco realistas y camos a intentar ajustarlos. Sin cambios, ponemos en riesgo el futuro de la industria automovilística europea", afirmó el primer ministro checo, Petr Fiala.
Tanto la República checa como Alemania e Italia están desarrollando una coalición de naciones para presionar a favor de estos cambios planteados por la UE.