The Telegraph no es considerado un “pseudomedio” que promueva desinformación. Por eso llama la atención la publicación que este diario británico ha hecho este verano y que ha pasado desapercibida para los lectores de otros países, como es el caso de España.
El pasado mes de julio, The Telegraph titulaba un impactante artículo para la mayoría de sus lectores de la siguiente manera: “Las vacunas contra el covid-19 pueden haber contribuido al aumento de exceso de muertes”. Señala que los expertos piden más investigaciones sobre los efectos secundarios y los posibles vínculos con las tasas de mortalidad.
En el cuerpo del artículo puede leerse la referencia a los científicos que “han sugerido que las vacunas contra el Covid podrían ser, en parte, responsables del aumento del exceso de muertes desde que comenzó la pandemia”. Y recoge el resultado de un estudio desarrollado por investigadores de Países Bajos que analizaron datos de 47 países occidentales, descubriendo que hubo más de tres millones de muertes en exceso desde 2020 y que la tendencia se mantiene a pesar del lanzamiento de las vacunas y de las medidas de contención.
Estos investigadores advierten de que estamos ante cifras “sin precedentes” y que están generando “serias preocupaciones”. Por eso, han pedido a los gobiernos que investiguen a fondo sobre las causas subyacentes, incluyendo también los posibles daños que puedan arrogarse a las vacunas contra el Covid-19.
Recoge la publicación de The Telegraph que “en un artículo publicado en BMJ Public Health, los autores de la Vrije Universiteit de Ámsterdam afirmaron: “Aunque las vacunas contra la COVID-19 se proporcionaron para proteger a los civiles de sufrir morbilidad y mortalidad por el virus de la COVID-19, también se han documentado presuntos eventos adversos.” Añaden: ““Tanto profesionales médicos como ciudadanos han reportado lesiones graves y muertes después de la vacunación a varias bases de datos oficiales en el mundo occidental”. Durante la pandemia, los políticos y los medios de comunicación enfatizaron a diario que cada muerte por Covid-19 importaba y que cada vida merecía protección mediante medidas de contención y vacunas contra la Covid-19. Después de la pandemia, debería aplicarse la misma moraleja”.
El estudio encontró que en Europa, Estados Unidos y Australia hubo más de un millón de muertes en exceso en 2020, en el apogeo de la pandemia, pero también 1,2 millones en 2021 y 800.000 en 2022 después de que se implementaron las medidas.
Investigadores alemanes, consideran que la cifra incluía las muertes por Covid-19, pero también los “efectos indirectos de las estrategias sanitarias para abordar la propagación y la infección del virus”. Han señalado que la aparición del exceso de mortalidad a principios de 2021 coincidió con el lanzamiento de las vacunas, lo que, según el equipo, "justifica una mayor investigación".
Llaman la atención estos investigadores sobre el hecho de que los datos sobre los efectos secundarios de las vacunas contra el Covid-19 no se han puesto a disposición del público de manera transparente ni generalizada, y cada país mantiene sus propias bases de datos individuales de daños, que se basan en informes aportados por el público y los médicos, sin un contraste objetivo.
Los investigadores plantean una serie de cuestiones que necesitan respuesta. Porque también se ha postergado abordar problemas de salud subyacentes de la población, quedando en sus domicilios durante demasiado tiempo, siendo desatendidos, y atrasando diagnósticos y tratamientos que habrían podido paliar sus enfermedades.