Cataluña ha notificado en las últimas 24 horas 1.091 nuevos positivos por coronavirus y siete fallecidos, con lo que el total de contagios desde el inicio de la pandemia es de 106.657, según datos facilitados por el Departamento de Salud a través de su página web dadescovid.cat. Por otra parte, el total de personas fallecidas por covid-19 en Cataluña alcanza las 12.822, de las que 7.038 han muerto en un hospital o centro sociosanitario, 4.120 en residencias, 814 en domicilio y 850 no han sido clasificadas por falta de información.
Las cifras terribles hablan por sí solas y demuestran que la pandemia avanza sin control, poniendo en entredicho la gestión de Quim Torra. El president de la Generalitat se ha volcado en los últimos días en su ofensiva contra la monarquía española y en pos de la República Independiente de Catalonia, pero el virus no sabe de política y sigue poniendo en jaque a la población. En un momento en que se hace preciso, más que nunca, reforzar el sistema sanitario de Salud Pública para contener la segunda oleada de coronavirus y evitar un confinamiento que sería desastroso para la economía catalana y española, Torra sigue demostrando su incapacidad para gobernar. La marioneta de Carles Puigdemont no es el líder que necesita Cataluña en estos momentos críticos. Sus medidas no dan resultado, y sus políticas conservadoras y liberales se antojan insuficientes para sostener la Sanidad pública, que necesita de fuertes inversiones en dinero estatal, en medios humanos y materiales, para vencer al coronavirus.
Mientras tanto, en la comunidad autónoma limítrofe de Aragón los rebrotes siguen castigando durante a los ciudadanos. El análisis de los datos de los 23 días más duros del confinamiento en relación con los de las tres últimas semanas constata que la situación epidemiológica actual dista de parecerse a la de aquellas jornadas de la primavera, ya que, a pesar de que se diagnostican el triple de casos, se producen la mitad de hospitalizaciones. Desde el inicio de la pandemia y hasta el 7 de agosto se han notificado en esta comunidad 16.514 casos y 979 fallecimientos, mientras que 3.628 personas han necesitado hospitalización, 324 en la UCI.
No van mejor las cosas en Madrid. El consejero madrileño de Hacienda y Función Pública, Javier Fernández-Lasquetty, no prevé, de momento, que vaya a producirse una situación de riesgo de colapso del sistema sanitario madrileño como la de marzo, por el ritmo de aparición de los casos de coronavirus y por la gravedad clínica de los afectados. Sin embargo, los colectivos de profesionales sanitarios alertan del grave riesgo que se está corriendo por falta de inversiones y refuerzos en las plantillas.
“Hay que mantener la guardia muy alta porque esto no se ha acabado”, señala el consejero antes de hacer un llamamiento, especialmente a los jóvenes, a permanecer muy atentos a las medidas de protección individual.