Un año del discurso del Rey que separó a la Corona de Cataluña y abrió brecha con la izquierda

03 de Octubre de 2018
Actualizado el 02 de julio de 2024
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foto del Rey
Hoy hace un año del discurso del Rey sobre la crisis soberanistas de Cataluña. El monarca tomaba así su primera decisión de Estado, incluso sin el beneplácito personal de Mariano Rajoy que no veía adecuada la intervención de Felipe VI en esos términos, con la que conseguía una casi ruptura con Cataluña –no sólo con los independentistas- y una brecha con la izquierda española que aún perdura.
Hoy es Quim Torra, quien bajo el prisma soberanista de Carles Puigdemont, da un portazo al Gobierno de Sánchez
Flaco favor hizo el discurso del Rey a quienes, como el propio Miquel Iceta, secretario general del PSC, apostaban por el diálogo y el entendimiento sin respaldar el soberanismo. La intervención del monarca aquella tarde-noche dejó sin argumentos al PSOE y se daba por buena la aplicación del 155 hasta sus últimas consecuencias. En Podem Comun también criticó el mensaje del monarca.Si bien es cierto que el cambio de discurso del Gobierno de Sánchez tras su llegada a Moncloa, y su interés por el diálogo con los separatistas, se ha ido al traste con la decisión de ayer de Quim Torra, como president de la Generalitat, de lanzar un ultimátum al Ejecutivo. 

Fracaso del Gobierno

Ya hace un año, desde la prensa progresista, se interpretaba el discurso del monarca como que la intervención 'in extremis' era el acta notarial de un colosal fracaso del gobierno y de los partidos políticos nacionales en la gestión del conflicto soberanista.Fue un discurso firme y sin concesión alguna a quienes, según sus propias palabras, quebrantaron «los principios democráticos de todo Estado de derecho y socavaron la armonía y la convivencia en la propia sociedad catalana». Y criticó duramente a los artífices del desafío secesionista, que desde un tiempo y «de manera reiterada y deliberada» incumplieron la Constitución y su Estado de Autonomía con la única pretensión de «proclamar ilegalmente la independencia».Pocos sabían entonces que esta intervención dura y tajante del Monarca no tuvo el beneplácito personal de Mariano Rajoy, aunque tampoco se atrevió a vetarlo como presidente del Ejecutivo.Hoy, con otro Gobierno y de diferente color político, con más ganas de dialogar que el del PP, es Quim Torra y la línea soberanista que representa Carles Puigdemont, quien cierra las puertas de un portazo al Gobierno de Sánchez.
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