Victoria del pueblo: Calviño acorralada por la coherencia ideológica

17 de Abril de 2020
Actualizado el 02 de julio de 2024
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Nadia Calviño Moncloa

El neoliberalismo es, en laactualidad, el mayor peligro que tienen las clases medias y trabajadoras delmundo, no sólo de España. Una de las causas de la situación límite que estánviviendo millones de familias, pequeñas empresas y autónomos por la crisis delcoronavirus son la consecuencia directa de las políticas neoliberales y dedebilitamiento del aparato del Estado gracias al austericidio impuesto desde laUnión Europea y a los recortes implantados por los gobiernos conservadores osocialdemócratas, éstos cómplices incomprensibles de la invasión violenta delos intereses del capital deshumanizado. La incoherencia ideológica, sobre todoen la izquierda, suele traer consecuencias nefastas para los pueblos. Por esola socialdemocracia es ya una página más de los libros de historia.

Karl Marx decía que «el poderpúblico viene a ser, pura y simplemente, el Consejo de Administración que rigelos intereses colectivos de la clase burguesa». Esta cita es del año 1848, hacecasi dos siglos y está vigente por la invasión neoliberal de las cúpulaspolíticas y de los gobiernos, e, incluso, se infiltra a elementos emboscados enejecutivos progresistas.

Sin embargo, el gobierno legítimode coalición progresista de España está logrando anteponer la coherenciaideológica a las imposiciones de las élites a la hora de buscar solucionesreales para el pueblo, no para las clases dominantes, como había ocurrido hastaahora con gobiernos que pasaron de la socialdemocracia al neoliberalismo o que,directamente, se identificaban más con los postulados de Friedman, RonaldReagan o Margaret Thatcher que con las necesidades de la ciudadanía.

El mejor ejemplo de ello lo hemostenido en las últimas horas con el anuncio de que se va a aprobar en laspróximas semanas una renta mínima universal para que «nadie se quede atrás».Esto no habría ocurrido sin la presencia en el Ejecutivo de personasprogresistas sin mácula como la vicepresidenta segunda, Carmen Calvo y elvicepresidente tercero, Pablo Iglesias.

La vicepresidenta primera es unamujer socialista, progresista, feminista y con una conciencia capaz de lograrla justicia social desde la coherencia de sus pensamientos ideológicos. Sucapacidad de diálogo es el seguro para mantener el equilibrio del Gabinete tannecesario para llevar a la práctica desde la realidad que vivimos y que nostoca que afrontar desde la verdad sin dejarse presionar por tirios y troyanos. Esevidente que antes de Alemania, España se convertirá en el ejemplo de cómogestionar esta crisis sin que «nadie se quede atrás», sin que los de siempre seaprovechen para aumentar su riqueza a costa del sufrimiento de las clasesmedias y trabajadoras de este país.

Siguiendo con Marx, el filósofoalemán afirmaba que el pueblo no puede tener miedo a una revolución porque lasclases medias y trabajadoras «no tienen nada que perder, como no sea suscadenas. Tienen, en cambio, un mundo entero que ganar».

Sin embargo, esta revolución de laconciencia basada en la justicia social sólo es posible a través de lacoherencia ideológica y en el Gobierno hay elementos, como la vicepresidentaCalviño, que actúan como representantes de las élites contra las que elverdadero progresismo han de enfrentarse para gobernar pensando en el pueblo ysólo en el pueblo. Las clases dominantes ya acumularon recursos suficientesdurante el resto de la crisis para mantener su ritmo de vida durante variasgeneraciones. Esta crisis abre la época del pueblo y la decisión del Gobiernode aprobar en las próximas semanas la renta mínima no es otra cosa que iniciarel camino correcto arrinconando a los elementos neoliberales que siempre, conel apoyo de la Unión Europea y del FMI, buscarán soluciones para que las élitescontinúen aumentando las ratios de desigualdad en contra de los intereses y lasnecesidades reales de los pueblos que ya están hartos de sufrir, tal y como sedemostró en Francia en el año 1789.

La coherencia ideológica es lo que va a agradecer el pueblo. Si eso no se hace así, veremos la entrada triunfal de Santiago Abascal ya sea desde Canarias o desde Covadonga e irrumpiendo en el Congreso a caballo como se dijo que hizo el general Pavía.

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