Vox arremete contra la prensa libre por haberse vendido al Gobierno

26 de Mayo de 2020
Actualizado el 02 de julio de 2024
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Vox ha iniciado una agresiva campaña política contra la prensa libre española. Al partido de Santiago Abascal no le parece bien que los medios de comunicación de este país se hagan eco de la campaña “Salimos más fuertes”, puesta en marcha por el Gobierno, al considerar que esa publicidad institucional supone “blanquear la gestión criminal” de Pedro Sánchez. Según un comunicado de la formación verde, el Ejecutivo “compra las portadas de las principales cabeceras para lanzar un mensaje institucional” que a juicio del partido ultra trata de maquillar la “mala gestión” política en la pandemia de coronavirus.

“No, no saldremos de esta másfuertes. Por mucho que el Gobierno destine ingentes cantidades de fondos públicosa comprar portadas y financie a medios de comunicación con partidasmillonarias, Sánchez no podrá ocultar las terribles consecuencias de su gestióncriminal de la pandemia”, asegura el comunicado de Vox.

Sin duda, estamos ante un paso másen la escalada antisistema de la extrema derecha. Nada de lo que toca Vox quedaa salvo de sus contagios por bulos y mentiras: el Parlamento, la Justicia,la Educación en igualdad, loscuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y ahora el Cuarto Poder, es decir, la prensa libre que es un derechofundamental en cualquier país democrático. La última andanada de artilleríapopulista del partido de Abascal va dirigida contra los periódicos y medios decomunicación que en su legítimo derecho a la gestión editorial y económica hanoptado por incluir la propaganda estatal de información contra el covid-19. “El Gobierno ha fulminado lalibertad informativa a golpe de talonario público para ocultar el recorte delibertades y el ataque al Estado deDerecho. Es urgente la conformación de un gobierno de unidad nacional conel apoyo de las tres principales formaciones políticas para afrontar la crisiseconómica y social”, añade la nota de prensa.

Para Abascal todo es un chiringuito, la renta vital básica, las ayudas a las oenegés, la Sanidad pública, las inversiones a la OMS y contra el cambio climático, y por lo visto también la publicidad institucional en los medios, que en realidad se rige por las leyes de la oferta y la demanda. Son las empresas periodísticas las que deciden dar difusión o no a esos anuncios a cambio de las tarifas establecidas y en función de sus intereses. En eso consiste precisamente la libertad, ese derecho del que se ha apropiado Vox, al igual que de la bandera española. Ahora nos enteramos de que el partido ultra también está en contra del libre mercado y de que los medios de comunicación gestionen sus propios ingresos y recursos financieros, por lo que cabe deducir que el sistema económico que propone Vox es el control absoluto por parte del partido único, la censura, el intervencionismo totalitario que prohíbe que un periódico pueda poner los anuncios que estime convenientes.

La campaña “Salimos más fuertes” puestaen marcha por el Gobierno es un mensaje de ánimo para la población y unllamamiento a los españoles a que trabajen unidos en la dura batalla contra laepidemia. No hay nada ilegal ni inmoral en una propaganda que no tiene otrafinalidad que concienciar a la ciudadanía para que no baje la guardia, ya quepor mucho que Vox se empeñe en negar la realidad el virus sigue estando entrenosotros. Abascal anula la verdad y genera su mentira alternativa. Eso es loque ha estado haciendo este fin de semana con sus manifestaciones en coche portoda España: llenarlo todo de humo, apestar el país de humo, intoxicar a losespañoles con su confuso y tóxico humo.

Todos los medios de comunicación, losconservadores y los progresistas, los monárquicos y los republicanos, handecidido incluir la propaganda institucional que trata de lanzar un mensaje deesperanza al país. Pero está visto que allí donde hay algo bueno para lasociedad, allí están ellos, los agoreros, los tristes, los funestos, losrencorosos crónicos inmunizados contra cualquier norma de civismo. Y donde hay valoreshumanos constructivos como el interés general, la solidaridad y el bien común, siempreaparece la prodigiosa maquinaria verde del odio para dividir, emponzoñar yalimentar el guerracivilismo, que a fin de cuentas es el programa electoral queproponen estos nostálgicos de Franco.

El mensaje catastrofista, elmontaje en cadena goebelsiano y el bulo constante son los materiales políticosde los que se alimenta el populismo verde, que por momentos parece estardeseando que todo vaya a peor, que el país se hunda definitivamente y que lacifra de muertos y contagiados se dispare si con ello es derrocado PedroSánchez. Un patrioterismo friqui, absurdo y patético.

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