El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenskiy ha señalado ante la cumbre del G20 que el conflicto con Rusia puede detenerse, pero dentro del marco planteado para la negociación se descarta por parte de Kiev retomar los acuerdos de Minsk.
"Estoy convencido de que ahora es el momento en que la guerra destructiva rusa debe y puede detenerse", señaló el presidente de Ucrania, ante los líderes mundiales en Bali.
Señaló que el conflicto debe terminar de "manera justa" y sobre las bases de la carta de Naciones Unidas, pero señaló también algunas líneas rojas apuntando a la soberanía, integridad territorial e independencia de Ucrania, que debe asegurarse por todas las partes del conflicto.
"Obviamente no se puede confiar en la palabra de Rusia, y no habrá ningún Minsk-3 que Rusia viole inmediatamente después de firmar", afirmó Zelenskiy. Además, hizo hincapié en que no se puede permitir que Rusia congele el conflicto y reagrupe durante este tiempo a sus fuerzas militares.
"Necesitamos garantías de seguridad efectivas", señaló el presidente de ucrania. Según él, el gobierno ucraniano ha preparado ya un borrador para un nuevo pacto denominado "Pacto de Seguridad de Kiev". El acuerdo, según Zelenskiy, haría imposible otro conflicto en Europa del Este, y podría firmarse en una conferencia internacional antes de que termine este año.
Rechazo del formato de los acuerdos de Minsk
El rechazo del formato de los acuerdos de Minsk supone para Moscú una prueba de "falta de voluntad", según ha afirmado el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.
Los acuerdos de Minsk (uno y dos) se firmaron durante los años 2014 y 2015 con la intermediación de Francia y Alemania, apoyados también por Rusia. En ellos se ponía fin a los combates existentes entre Kiev y los territorios de la región del Dombás, otorgándoles un régimen especial dentro del territorio ucraniano. Estos acuerdos han sido incumplidos desde que fueron firmados, según se ha denunciado en reiteradas ocasiones. Las masacres cometidas contra la población del este de Ucrania, precisamente por grupos paramilitares ucranianos es un hecho que no ha querido abordarse por la comunidad internacional.