El Gobierno de Isabel Díaz Ayuso continúa su ataque sistemático a la educación pública madrileña. A pesar de las promesas grandilocuentes y los anuncios rimbombantes, la realidad es que el ejecutivo autonómico ha vuelto a dejar en la estacada a miles de estudiantes y familias madrileñas. El último golpe viene de la mano de un recorte encubierto de 775 docentes, de los que el Partido Popular había comprometido su incorporación al inicio del año. Esta maniobra es un reflejo más del modus operandi al que nos tiene acostumbrados Ayuso: anunciar una cosa y hacer exactamente la contraria.
Un recorte encubierto disfrazado de ampliación
El proyecto de presupuesto de 2023 fijaba el número total de docentes en 51.936 para los centros públicos de Enseñanzas de Régimen General y Especial. El presupuesto de 2024, en teoría, debía elevar esta cifra a 54.105 docentes, lo que implicaría la incorporación de 2.169 nuevos profesores. Sin embargo, la realidad es que solo se ha presupuestado un crecimiento de 1.394 plazas, lo que significa que 775 cupos han desaparecido misteriosamente de los cálculos del Gobierno autonómico.
Este recorte no es un simple error administrativo. Es una clara traición a las promesas hechas a la ciudadanía madrileña y un ataque frontal al sistema educativo público. La Comunidad de Madrid, bajo el mandato de Ayuso, sigue priorizando la educación privada, cuyo crecimiento en número de docentes supera la media española, mientras que el crecimiento en la pública sigue estando muy por debajo.
Centros fantasma y presupuestos fantasiosos
A esto se suma el anuncio de la creación de un CEIP en Navalafuente y cuatro IES en Morata de Tajuña, Campo Real, Loeches y El Boalo. Pero, ¿dónde están los fondos para construirlos? Ninguna de estas inversiones aparece en el Anexo de Inversiones del Presupuesto 2024, lo que pone en evidencia la improvisación y la falta de compromiso real por parte del gobierno regional.
Los socialistas madrileños han denunciado que estos centros no son verdaderas nuevas construcciones, sino más bien una consolidación de infraestructuras ya existentes que, en el mejor de los casos, serán ampliadas de forma insuficiente y a lo largo de varios años. “Nos tememos, además, que será un anuncio de construcción incompleta o por fases, incumpliendo el Real Decreto de requisitos mínimos y sus prescripciones sobre lo que comporta un puesto escolar”, ha señalado Esteban Álvarez, portavoz socialista de educación.
Financiación insuficiente y mala gestión
No solo se recorta en profesores y se anuncian centros que no existen, sino que además se ningunea la financiación del Gobierno central. Los 109,89 millones de euros recientemente asignados a la Comunidad de Madrid para acciones de Formación Profesional dirigidas a la población activa han sido ignorados por Ayuso y su equipo. A estos fondos, se suman otros 47,6 millones destinados a Programas de Cooperación Territorial en 2024, que incluyen nuevas plazas de FP, PROA+, refuerzo en Matemáticas y Lectura, entre otros.
Este desprecio a los fondos que provienen del Gobierno de Pedro Sánchez no es más que otro ejemplo de la estrategia de confrontación de Ayuso con el Ejecutivo central, una estrategia que perjudica directamente a los madrileños. El PSOE de Madrid ha resaltado que una buena parte del nuevo profesorado anunciado por el portavoz de Ayuso debería ser financiado por estos fondos, pero la falta de transparencia y la mala gestión presupuestaria hacen que estas inversiones sean poco más que humo.
Una gestión que perpetúa la desigualdad
La gestión de Isabel Díaz Ayuso en materia educativa no es solo incompetente, sino deliberadamente perjudicial para la educación pública. Cada año, se perpetúan desigualdades que afectan principalmente a las familias que dependen de la educación pública. Mientras que el alumnado de los centros privados continúa recibiendo más recursos y atención, los estudiantes de la educación pública ven cómo sus aulas están más saturadas y sus recursos disminuyen.
La realidad es que, bajo el mandato de Ayuso, la Comunidad de Madrid se ha convertido en un laboratorio de políticas neoliberales que favorecen a unos pocos a costa de la mayoría. La eliminación de 775 docentes comprometidos es solo la punta del iceberg de una serie de políticas que buscan debilitar la educación pública para justificar su privatización.
La educación pública, en peligro
Es urgente que los ciudadanos madrileños se den cuenta de lo que está en juego. La educación pública es uno de los pilares fundamentales de una sociedad justa y equitativa. Permitir que el gobierno de Ayuso continúe con estos recortes y anuncios vacíos no solo perjudica a los estudiantes actuales, sino que pone en peligro el futuro de toda la región.
El PSOE de Madrid no va a quedarse de brazos cruzados ante esta traición. Exigimos la incorporación inmediata de los 775 docentes comprometidos y que se asignen los fondos necesarios para la construcción de los nuevos centros educativos. La educación no puede ser un campo de batalla político, y es responsabilidad de todos los madrileños defenderla frente a los ataques de un gobierno que ha demostrado una y otra vez su desprecio por lo público.
Conclusión: Madrid merece más
Madrid necesita un cambio de rumbo. Necesita un gobierno que priorice la educación pública y que cumpla con sus compromisos. Los recortes de Ayuso son un ataque directo al futuro de nuestros jóvenes y a la igualdad de oportunidades. Es hora de decir basta y de exigir una educación pública de calidad, con los recursos necesarios para que todos los estudiantes madrileños puedan alcanzar su máximo potencial. Ayuso ha fallado a Madrid y es hora de que se asuman responsabilidades.