La derecha española se está retratando con su defensa a ultranza de la matanza que el Estado de Israel está perpetrando en la Franja de Gaza tras los atentados terroristas de Hamás del 7 de octubre. Tanto el Partido Popular como Vox están aplicando una estrategia de favorecer los intereses propagandísticos del país hebreo, obviando los gravísimos crímenes contra la humanidad que se están cometiendo, como elemento de ataque a Pedro Sánchez.
Sin embargo, la realidad es que España urdió un plan para apoyar a la Liga Árabe en plena guerra contra Israel. Según un documento de la CIA, al que Diario16 ha tenido acceso, el gobierno español de Franco intentó vender armas a través del Líbano en pleno inicio del conflicto con el Estado de Israel.
La oferta fue tan suculenta que, incluso, el gobierno libanés de Bisharah Khuri, condecoró al dictador con la Orden de Mérito del Líbano. El embajador de España en Egipto, Alonso Caro, viajó de El Cairo a Beirut para, en correspondencia a la condecoración, entregar al presidente Khuri la Orden de Carlos III.
No obstante, el viaje de Caro a la capital libanesa coincidió, además, con un especial encargo de Franco: la oferta de armas fabricadas en España a los países árabes. En estas negociaciones no sólo estuvieron representantes del gobierno libanés, sino de otros estados y de la Liga Árabe, según se indica en el informe de la CIA.
Sin embargo, hubo presiones externas para frenar dicho proyecto. Los representantes españoles expusieron a los árabes que, a pesar de los fuertes deseos de Franco de suministrar las armas ofrecidas para apoyar la guerra contra Israel, surgieron serias razones para retrasar la consumación del acuerdo.
Una de las razones expuestas, según el informe de la CIA, fue la amenaza de Reino Unido de romper el acuerdo comercial anglo-español si España suministraba esas armas.
A pesar de los esfuerzos de los delegados árabes para generar estrategias para que España pudiera entregar las armas ofrecidas, no lograron obtener ninguna promesa firme y concreta de la representación de Franco.
La entrega de las armas fue, por tanto, paralizada por el dictador por un tiempo indefinido. Su única promesa era llevar a Madrid los planes y estrategias elaboradas por los árabes para la entrega secreta y eficiente de las armas, cosa que no ocurrió.