La situación que está viviendo el jugador del Real Madrid Vinicius Jr. en los campos españoles es intolerable. El racismo, en sí, es terrible pero se convierte en algo abominable cuando desde las diferentes autoridades públicas se otorga la impunidad. Eso es lo que está ocurriendo en España con el futbolista brasileño, con el agravante de la imagen de país que se está dando.
Monseñor Desmond Tutu, una víctima del apartheid en Sudáfrica, afirmó que «tratar a alguien como si fuera menos que humano, menos que un hermano o una hermana, sin importar lo que hayan hecho es contravenir las leyes de nuestra humanidad».
Los incidentes en el campo del Valencia CF con Vinicius Jr. son la gota que colma el vaso de muchas cosas que han sucedido esta temporada enmarcadas en la persecución más absoluta a un jugador de fútbol por el hecho de ser negro. No hay camisetas ni escudos de por medio, Vinicius Jr. está sufriendo racismo en cada campo que pisa en España y las autoridades políticas, deportivas y judiciales no están haciendo nada para evitarlo.
El pasado mes de diciembre, por ejemplo, a pocos días de las navidades, la Fiscalía de Madrid archivó una denuncia por los cánticos racistas de una parte de la afición del Atlético de Madrid que gritaron a las puertas del Metropolitano «Eres un mono, Vinicius eres un mono».
El Ministerio Público definió esos cánticos como desagradables, inapropiados e irrespetuosos, pero que, como se habían proferido con ocasión de un partido de fútbol de máxima rivalidad, no eran constitutivas de delito. ¿El racismo es aceptable o inaceptable dependiendo del escenario en que se produzca? El racismo es delictivo sin más.
Estas decisiones de la Justicia, además, han abierto la puerta a la impunidad de los racistas, tal y como se pudo ver sólo un después con un muñeco colgado en un puente de Madrid con la camiseta del jugador del Real Madrid.
El antimadridismo ha tomado la bandera de intentar justificar el racismo radical que sufre Vinicius Jr. en las supuestas provocaciones y la actitud que aplica el jugador en cada partido. Hay que partir de la base de que Vinicius es el jugador que más faltas recibe de todas las ligas europeas tomando sólo en cuenta las que le pitan. Hay otras muchas que los colegiados no cobran como falta y que provocan la actitud protestona del delantero del Real Madrid.
A Vinicius los rivales le están provocando desde el minuto 1 de cada encuentro, y eso no es rechazable, puesto que en el fútbol la provocación es parte del juego. Hay mil episodios en la historia de este deporte que así lo muestran. El encontronazo de Diego Simeone con David Beckham en el Mundial de Francia, la revoltura de Diego Armando Maradona en el partido contra Brasil en el Mundial de 1982, el cabezazo de Zinedine Zidane a Marco Materazzi en la final del Mundial de Alemania, son algunos de los ejemplos más evidentes de una provocación que no es ética pero que se lleva aplicando desde los inicios del fútbol.
Sin embargo, en España los rivales del Real Madrid han traspasado muchas líneas rojas, todo ello alentado por el racismo en la grada que, al final, saca de quicio a cualquiera. No hay más que recordar cómo los defensas del RCD Mallorca llegaron a intentar obligar por la fuerza a Vinicius a que les besara el escudo de la camiseta. Eso ya no es provocación, es violencia.
Un hecho que debería hacer reflexionar al fútbol español es comprobar cómo en toda la competición de la Champions League Vinicius no ha tenido ningún problema ni con la grada ni con los defensas de los equipos europeos a los que se ha enfrentado el Real Madrid. Más bien al contrario, el jugador brasileño ha recibido el respeto tanto de las aficiones como de sus rivales.
El Madrid ha jugado en Polonia (Shaktar Donetsk), Reino Unido (Celtic de Glasgow, Liverpool, Chelsea y Manchester City) y en Alemania (Red Bull Leipzig). En ninguno de esos encuentros hubo problemas con Vinicius. Kile Walker, lateral derecho del City y de la selección de Inglaterra, terminó el partido abrazándose al jugador del Real Madrid entre risas.
En consecuencia, el problema está en España, no se puede generalizar en otros países que, por supuesto, también tienen duros episodios de racismo en el fútbol como Italia o Francia, por poner dos ejemplos.
A todo lo anterior hay que sumar la intervención del presidente de Brasil Lula da Silva desde la reunión del G7 en Japón. Esto coloca la situación de Vinicius en un escenario de cuestión de Estado y, en consecuencia, los representantes del gobierno español también tienen que salir a dar la cara de manera oficial, sobre todo porque España se está jugando la candidatura del Mundial y la imagen que se está dando ahora mismo es nefasta.
La reflexión de Vinicius
Aunque Vinicius es la víctima, también él debería realizar una reflexión interna sobre su parte de culpa, si es que la tiene. Las provocaciones que en ocasiones, sin mediar episodios previos, ha realizado con los contrarios o con la grada también agitan el avispero de la reacción tanto de aficionados como de jugadores.
Vinicius es, en la actualidad, uno de los tres mejores jugadores de fútbol del mundo. Sin embargo, su comportamiento en la cancha es, en ocasiones, muy poco apropiado, lo que le genera la antipatía tanto de las aficiones rivales como de los contrarios. Ese es un caldo de cultivo que se extiende y que sólo él puede detener. El Real Madrid tiene otros futbolistas negros como Rodrygo, Rudiger, Militao, Mendy, Alaba, Camavinga, Mariano y Tchouameni y, que se sepa, ninguno ha sufrido episodios de racismo.
El fútbol, históricamente, ha generado episodios de racismo muy graves y nada tienen que ver con una afición concreta, sino que es algo muy extendido. Ningún club de España se libra de episodios de violencia racista, ninguno, ni en categoría profesional ni en las divisiones inferiores. Por eso la erradicación pasa por la ejemplarización absoluta. No es razonable que, según informó LaLiga, sólo con Vinicius Jr. se hayan interpuesto en dos años 9 denuncias que afectan a 6 estadios diferentes.
Según comunicó la LFP, «LaLiga se ha mostrado proactiva ante todos los incidentes racistas contra el jugador del Real Madrid CF, Vinicius Jr. Así, LaLiga ha presentado denuncia en nueve ocasiones en las últimas 2 temporadas ante el Comité de Competición de la RFEF, Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte, la Fiscalía de Odio y los Juzgados en las siguientes situaciones:
- FC Barcelona – Real Madrid CF: 24 de octubre de 2021.
- RCD Mallorca – Real Madrid CF: 14 de marzo de 2022.
- Atlético de Madrid – Real Madrid: 18 de septiembre de 2022.
- Real Valladolid – Real Madrid CF: 30 de diciembre de 2022.
- Incidente “Pancarta en Valdebebas” previa al Real Madrid CF – Atlético de Madrid de Copa del Rey: 26 de enero 2023.
- RCD Mallorca – Real Madrid: 5 de febrero de 2023.
- CA Osasuna – Real Madrid CF: 18 de febrero de 2023.
- Real Betis – Real Madrid: 5 de marzo de 2023.
- FC Barcelona – Real Madrid: 19 de marzo de 2023».
A todos estos hay que sumar otras denuncias interpuestas por episodios de racismo contra los hermanos Williams del Athletic Club de Bilbao o Samuel Chukwece del Villarreal, por citar algunos de los que han sido denunciados.