La secretaria de Salud Laboral de UGT, Ana García de la Torre, ha presentado en una rueda de prensa los datos definitivos relativos a los accidentes de trabajo en España durante el año 2023. Un año en el que se registraron 1.217.491 accidentes de trabajo, de los cuales 762 fueron mortales. A pesar de que esta cifra supone un descenso del 12,4% en comparación con 2022, las cifras continúan siendo alarmantes e inaceptables.
Un balance de cifras devastadoras
Ana García de la Torre destacó que cada día murieron dos personas trabajadoras, y se produjeron 3.336 accidentes de trabajo, de los cuales 13 fueron graves y 1.774 resultaron en bajas laborales. Desde 1988, primer año con registros disponibles, hasta la fecha, se han producido más de 42.200 accidentes mortales en España. Estos datos reflejan una realidad inmutable: la siniestralidad laboral sigue siendo una tragedia diaria para muchas familias españolas.
Los sobresfuerzos sobre el sistema musculoesquelético siguen siendo la principal causa de accidentes de trabajo con baja durante la jornada laboral, contabilizando 170.940 casos, lo que representa el 30% de los accidentes laborales con baja. Los infartos y derrames cerebrales continúan siendo la principal causa de muerte en el trabajo, con 269 accidentes mortales, representando el 43% de las muertes en el entorno laboral.
Evaluaciones de riesgos: un cumplimiento insuficiente
Uno de los aspectos más preocupantes señalados por García de la Torre es la falta de cumplimiento de las evaluaciones de riesgos laborales por parte de las empresas. En un 36% de los accidentes laborales con baja ocurridos durante la jornada laboral, no se había realizado la evaluación de riesgos obligatoria. Este porcentaje aumenta al 42% en los accidentes graves y al 33% en los accidentes mortales. Estos datos ponen de manifiesto la negligencia en la aplicación de medidas preventivas esenciales.
Aumento de los accidentes in itinere
Contrariamente a la tendencia general, los accidentes in itinere, aquellos que ocurren durante el desplazamiento hacia o desde el lugar de trabajo, aumentaron un 7,7%. Según García de la Torre, este incremento puede atribuirse al aumento de la movilidad y a una falta de integración en la gestión preventiva de los riesgos inherentes a los desplazamientos desde los domicilios hasta los centros de trabajo. En 2023, se registraron 88.559 accidentes in itinere, un aumento significativo respecto al año anterior.
Riesgos psicosociales, salud mental y perspectiva de género
La responsabla de Salud Laboral de UGT subrayó la urgencia de abordar los riesgos psicosociales, la salud mental y la perspectiva de género en el ámbito laboral. Indicó que el tipo de contrato influye significativamente en la siniestralidad, con los asalariados con contratos temporales presentando índices de incidencia superiores a los de contratos indefinidos. En 2023, por primera vez, los asalariados con contrato indefinido bajo la modalidad de fijo discontinuo registraron una incidencia superior a aquellos con contratos temporales a tiempo completo, con un aumento del 35% en comparación con 2021.
"Urgen soluciones, se debe dar a la seguridad y salud la importancia que merece", afirmó García de la Torre. Insistió en la necesidad de actualizar la Ley de Prevención de Riesgos Laborales para integrar mejor la prevención en el sistema general de gestión de las empresas y adaptarla a las nuevas realidades del mundo del trabajo. Esta actualización debe considerar cuestiones relativas a la salud mental y la perspectiva de género. García de la Torre recordó que la norma ha sido un instrumento útil, no ha logrado erradicar la siniestralidad laboral, por lo que es crucial revisarla y actualizarla.
Diálogo social y plan de choque
Actualmente, en la Mesa de Diálogo Social en materia de Prevención de Riesgos Laborales, los agentes sociales están debatiendo la actualización de la ley. García de la Torre enfatizó la necesidad de negociar un Plan de Choque contra la Siniestralidad Laboral que contemple la creación de una figura similar a la del Delegado/a Territorial a nivel estatal. Esta figura podría mejorar la prevención en empresas sin representación de trabajadores, haciendo los centros de trabajo más seguros.
Además, García de la Torre destacó la importancia de destinar mayores recursos para la Inspección de Trabajo y la Fiscalía de Seguridad y Salud en el Trabajo. Propuso la creación de juzgados especializados en seguridad y salud laboral para garantizar una respuesta rápida y efectiva a los delitos contra la salud de los trabajadores.
Impacto del tipo de contrato en la siniestralidad
El tipo de contrato es un factor determinante en la siniestralidad laboral. Los asalariados con contratos temporales presentan índices de incidencia superiores a aquellos con contratos indefinidos. En 2023, los asalariados con contrato temporal tuvieron una incidencia de 3.725,8 accidentes por cien mil trabajadores, mientras que los asalariados con contrato indefinido registraron una incidencia de 3.076,4 accidentes por cien mil trabajadores.
Las pequeñas empresas, con menos de 25 trabajadores, son particularmente vulnerables a la alta siniestralidad. En 2023, el 47% de los accidentes mortales y el 42% de los accidentes graves ocurrieron en pequeñas empresas. García de la Torre subrayó la necesidad de mejorar la gestión de la prevención en estas empresas, que a menudo carecen de los recursos y la estructura necesaria para implementar medidas preventivas efectivas.
Propuestas de UGT
Desde UGT se proponen varias medidas para abordar la crisis de siniestralidad laboral en España:
1. Actualización de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales: Adaptar la normativa a las nuevas realidades del trabajo, incluyendo la perspectiva de género y la protección de la salud mental.
2. Plan de Choque contra la Siniestralidad Laboral: Incluir la creación de Delegados/as Territoriales de Prevención y aumentar los recursos para la Inspección de Trabajo y la Fiscalía de Seguridad y Salud en el Trabajo.
3. Mejora de la Gestión Preventiva: Reforzar la figura del trabajador/a designado/a y establecer criterios mínimos para su formación y dedicación.
4. Inversión en Prevención: Instar a las empresas a ver la prevención de riesgos laborales como una inversión, no como un coste, mejorando el clima laboral y aumentando la productividad.
5. Protección de Trabajadores Jóvenes: Ofrecer vigilancia de la salud y formación adecuada para los riesgos a los que están expuestos, especialmente para los trabajadores de menor edad.
6. Planes de Movilidad: Negociar planes de movilidad entre empresas y representantes de los trabajadores para reducir los accidentes de tráfico.
7. Adaptación al Cambio Climático: Modificar la gestión preventiva para incluir medidas contra los efectos de las temperaturas extremas y otros fenómenos climáticos.
La gestión de la prevención en las empresas está fallando, y se necesita un cambio significativo para alcanzar la visión europea de cero muertes en el trabajo. Las empresas deben dejar de ver la prevención de riesgos laborales como un coste y empezar a considerarlo como una inversión vital para la seguridad y salud de los trabajadores.