Europa tumba a Ayuso y no recomienda controles en las fronteras contra la viruela del mono

La Unión Europea Mantiene la Calma ante la Viruela del Mono: ¿Es Suficiente el Riesgo Bajo para Evitar Medidas Drásticas?

19 de Agosto de 2024
Actualizado el 21 de agosto
Guardar
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, tras el acto de inauguración de los puentes en Aldea del Fresno
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, tras el acto de inauguración de los puentes en Aldea del Fresno

En medio de crecientes preocupaciones globales sobre la reaparición de la viruela del mono, ahora rebautizada como mpox, la Unión Europea (UE) ha adoptado una postura tranquilizadora, declarando que el riesgo de una expansión generalizada de la enfermedad es "bajo". Esta evaluación surge en un momento crítico, tras la aparición de un caso de la nueva variante en Suecia y la reciente declaración de emergencia sanitaria internacional por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sin embargo, la decisión de la UE de no recomendar medidas estrictas, como controles fronterizos en aeropuertos o la vacunación masiva, plantea interrogantes sobre la suficiencia de estas políticas para contener el virus en una región que sigue siendo vulnerable a la importación de casos.

La evaluación de riesgo y las medidas recomendadas

El Comité de Seguridad Sanitaria de la UE, que se reunió recientemente para discutir la situación, concluyó que la probabilidad de una transmisión sostenida del virus en Europa es muy baja. Esta postura se basa en datos preliminares que indican que, a pesar de la aparición de nuevos casos en África, la gravedad clínica de los mismos no ha mostrado un aumento significativo. La clave, según el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC), radica en la rápida identificación de los casos importados y la implementación de medidas de control efectivas para evitar la propagación del virus.

Mientras, la ministra de Sanidad, Mónica García, deslizó este sábado en su cuenta de X que su departamento estudia ahora modificar la estrategia de vacunación e implementar medidas para las personas que viajen a los países de riesgo.

España, un país que ha estado en la primera línea de la respuesta a la mpox, ha informado que cuenta con un stock de 500,000 dosis de vacunas, que podrían ampliarse a dos millones mediante su administración por vía intraepidérmica. Estas reservas permiten una respuesta flexible en caso de que se detecten casos de la nueva variante en el país. A pesar de esta preparación, el Ministerio de Sanidad español ha subrayado que, hasta el momento, no se han detectado casos de esta nueva variante en el territorio nacional. Sin embargo, no descartan la posibilidad de que el virus ya esté presente.

La respuesta europea

El enfoque de la UE y de países como España, que confían en la vigilancia activa y en la vacunación dirigida a grupos de riesgo, contrasta con las preocupaciones expresadas por algunos sectores de la sociedad y gobiernos regionales. La Comunidad de Madrid, con Ayuso a la cabeza, vuelve a repetir el mantra y las mentiras del Covid y, ha solicitado reforzar los controles en el aeropuerto de Barajas para prevenir la entrada de casos importados, argumentando que la principal vía de contagio en Europa sigue siendo la llegada de personas infectadas desde el extranjero.

Esta diferencia de enfoque plantea una pregunta crítica: ¿Está la UE subestimando el potencial de la mpox para provocar brotes más amplios, o está adoptando una estrategia proporcional al riesgo real? La historia reciente con la pandemia de COVID-19 ha enseñado a la comunidad global que, en ocasiones, la velocidad y la contundencia en la respuesta pueden ser tan importantes como la evaluación precisa del riesgo. No obstante, también es cierto que una respuesta desproporcionada puede generar un pánico innecesario y causar daños colaterales económicos y sociales.

El rol de la vigilancia y la vacunación

En España, los esfuerzos de vigilancia han sido clave para reducir significativamente el número de casos anuales de mpox, que han pasado de 7,500 a 264. Este éxito ha sido atribuido a una combinación de vigilancia estricta y vacunación, lo que demuestra la efectividad de estas estrategias cuando se implementan correctamente. Sin embargo, con la amenaza de una nueva variante, la necesidad de mantener estos esfuerzos y posiblemente intensificarlos es crucial.

El director general de Salud Pública de España, Pedro Gullón, ha asegurado que el país está bien preparado para enfrentar un posible aumento de casos, con suficientes reservas de vacunas y la capacidad de adaptarse rápidamente a nuevos desarrollos. Además, ha hecho un llamado a la calma, subrayando que la situación está bajo control y que las medidas actuales son adecuadas para gestionar el riesgo.

El futuro de la estrategia europea

La reacción pública ante la mpox ha sido relativamente moderada en comparación con la respuesta a otras emergencias de salud pública. Esto podría deberse a la experiencia adquirida durante la pandemia de COVID-19, que ha dejado a la población más informada y menos propensa al pánico inmediato. Sin embargo, también puede reflejar una confianza en las autoridades sanitarias y en su capacidad para manejar la situación sin recurrir a medidas extremas.

A medida que la UE y sus estados miembros continúan monitoreando la situación, la flexibilidad y la capacidad de respuesta rápida seguirán siendo cruciales. La posibilidad de que se produzcan más casos importados de la nueva variante de Mpox es alta, pero con un enfoque basado en la ciencia y la cooperación internacional, es probable que Europa pueda evitar un brote generalizado.

La postura de la UE de no recomendar medidas drásticas ante la mpox refleja una confianza en la capacidad de los sistemas de salud pública para contener la enfermedad mediante la vigilancia y la vacunación dirigida. Sin embargo, la aparición de nuevas variantes y la posibilidad de casos importados plantean desafíos continuos que requieren una respuesta ágil y basada en datos. La tranquilidad puede ser la respuesta adecuada al riesgo bajo, pero solo si va acompañada de una vigilancia constante y la disposición para actuar rápidamente si la situación cambia. La experiencia adquirida durante la pandemia de COVID-19 debería servir como guía para garantizar que Europa permanezca segura frente a esta nueva amenaza de salud pública.

Lo + leído