Terminada la primera votación de la investidura de Alberto Núñez Feijóo, los resultados no han deparado ninguna sorpresa y no ha conseguido la confianza de los diputados. Para haber sido elegido presidente del Gobierno, el líder del PP hubiera necesitado la mayoría absoluta, es decir, 176 votos.
No lo ha logrado. No ha habido ninguna deserción en ninguno de los grupos parlamentarios que se oponían a la investidura de Feijóo. Como anécdota ha quedado el momento en que el diputado socialista por Teruel, Herminio Rufino Sancho Íñiguez, al ser nombrado votó, en un principio "sí" a la investidura, voto que fue corregido en el mismo momento a un "no."
Muchos en el Partido Popular vieron la luz en ese instante y pensarían que se iniciaba la rebelión contra la disciplina de voto. Además, era un diputado por Aragón, un territorio que se ha mostrado abiertamente hostil con las posibles concesiones de Pedro Sánchez a los independentistas catalanes. Sin embargo, la situación ha sido breve y Feijóo se quedó sin "tamayazo" en la primera votación.
El resultado final ha sido de 172 síes frente a 178 noes y ninguna abstención, lo que obliga a una segunda votación que se realizará el próximo viernes no antes de las 13.22 horas. Ahí Feijóo tendrá una nueva oportunidad y sólo necesitaría una mayoría simple, es decir, más votos favorables que negativos. Sin embargo, los números seguirían sin darle y el final parece ya escrito.