El Juzgado de Primera Instancia número 42 de Barcelona ha condenado la base sobre la que se asienta el negocio de Desokupa, las redes sociales, según publica el diario El País. La compañía, dedicada a los desalojos extrajudiciales, ha sido condenada a pagar 5.899 euros por vulnerar el derecho a la imagen de una persona a través de Instagram y Facebook para anunciar su propio negocio. Desokupa publicita habitualmente "los éxitos" de la compañía en las redes sociales. En realidad, contribuyen "a la publicitación de la marca" y, por tanto, "a la captación de potenciales clientes futuros". La resolución, que todavía no es firme, ordena también retirar de las redes sociales los vídeos en los que aparece el denunciante. En aquel momento, la empresa grabó vídeos durante el intento de desokupación de una nave en Cornellá en las que se escuchaba cómo se refería a los activistas como "perroflautas" o "ratitas", informa El Plural.
Sembrando el odio
No ha sido una buena semana para la empresa que se dedica a vaciar viviendas ocupadas ilegalmente. La gran lona que Desokupa instaló en Madrid contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha sido objeto de una acción reivindicativa por parte de distintos colectivos vinculados a la lucha por la vivienda digna. La misma lona que ya había sido denunciada por el PSOE ante la Junta Electoral, amaneció el viernes con una pancarta superpuesta en la que podían leerse consignas a favor del derecho a "vivienda gratuita, universal y de calidad".
La lona que instaló Desokupa era un enorme cartel localizado en la calle Atocha en la que aparecía una imagen de Sánchez y la frase 'Tú a Marruecos, Desokupa ¡a la Moncloa!'. En la parte frontal de la lona aparecía una fotografía del dueño de Desokupa junto a otra de Sánchez y, tras él, una imagen del avión Falcon y otra de una bandera de Marruecos.
Tensión, presión y amenaza
Desokupa se ha hecho famosa por sus métodos expeditivos. El periodista Antonio Maestre escribe en su muro de La Sexta: "Las empresas de desokupación son un mecanismo de tensión, presión y amenaza al margen de los únicos autorizados para utilizar el uso de la fuerza y que tiene como finalidad enseñar a los adversarios que llegado el momento estarán dispuestos a usar la violencia si fuera menester, sobre todo si la propiedad privada se pone en cuestión. Es ahí donde entra la lucha contra la ocupación, ya sea real o inventada, porque es un aviso a navegantes. El rally de inicio de campaña en Bonanova (Barcelona) donde una recua de filonazis gritaron 'Puta Ada Colau' mientras algunos olvidaban la recomendación de ocultar sus querencias fascistas haciendo el saludo romano se enmarca en esa strategia della tensione".
Y añade: "Esa es la labor fundamental de empresas dedicadas a la desokupación, de los camisas negras fascistas o de los caballistas negros de la burguesía; proteger la propiedad privada y los intereses económicos de una minoría utilizando la coacción, la amenaza o la violencia dependiendo de la fase de la historia en la que nos encontremos. Si al poder les sirven los usarán, aunque oculten sus tatuajes o los escriban mal".