José Pablo López, figura controvertida y experimentada en el sector audiovisual, ha sido designado presidente de RTVE tras obtener la mayoría absoluta en una segunda votación en el Congreso de los Diputados. Con 178 votos a favor de los partidos de izquierda y nacionalistas, López asume el reto de dirigir una corporación marcada por años de crisis interna, escándalos y divisiones.
Un regreso inesperado a Prado del Rey
La trayectoria de López en RTVE ha estado cargada de tensiones, siendo su paso como director de Contenidos Generales uno de los episodios más turbulentos. En 2023, su defensa del fichaje de David Broncano como rostro principal de la cadena terminó con su cese tras un enfrentamiento abierto con la entonces presidenta interina, Elena Sánchez. Ahora, casi dos años después, regresa a la corporación por la puerta grande para liderar un nuevo Consejo de Administración, ampliado a 15 miembros con dedicación exclusiva y sueldos que pueden alcanzar los 100.000 euros anuales.
Esta designación llega en el marco de una reforma impulsada por el Gobierno, que rebajó las mayorías parlamentarias necesarias para renovar los órganos de RTVE. Una medida que el PP y Vox critican como un intento de “politizar aún más” la radiotelevisión pública, aunque ambos partidos decidieron participar en el proceso.
Poderes ampliados y una gestión bajo lupa
Gracias al decreto aprobado por el Gobierno, López contará con plenos poderes para nombrar a su equipo de alta dirección y decidir contrataciones estratégicas. Este cambio, que reduce las competencias del Consejo de Administración, es visto por algunos como un arma de doble filo. Por un lado, permite una mayor agilidad en la toma de decisiones; por otro, aumenta la presión sobre el nuevo presidente, que deberá responder de forma directa ante las críticas tanto internas como externas.
Entre los nombres que podrían acompañar a López en esta nueva etapa destaca el de Concepción Cascajosa, su predecesora en la presidencia interina, quien mantuvo a flote RTVE durante meses difíciles, incluyendo la polémica filtración de preguntas en las oposiciones a informador.
El desafío de recuperar la confianza y la audiencia
Con un presupuesto anual de 1.200 millones de euros y más de 6.500 trabajadores, RTVE es un gigante que necesita redefinir su papel en un panorama mediático en constante cambio. La corporación arrastra una profunda desconexión con el público, especialmente entre los jóvenes, un desafío que López deberá afrontar si quiere devolver a RTVE su relevancia.
“José Pablo tiene las ideas claras, pero deberá ser más cuidadoso con sus decisiones para evitar errores del pasado”, señala un miembro saliente del Consejo. Esta percepción contrasta con el optimismo de algunos trabajadores, quienes confían en que López pueda “darle la vuelta a la tortilla” y sacar a RTVE de su estancamiento.
Un pasado cargado de polémicas
Antes de su llegada a RTVE, López dirigió Telemadrid entre 2017 y 2021, etapa que concluyó tras la llegada de Isabel Díaz Ayuso al poder. También estuvo al frente de Trece, la televisión de la Conferencia Episcopal, y ocupó cargos directivos en La Sexta. Estas experiencias le han dado un amplio conocimiento del sector, pero también le han expuesto a críticas por su gestión y decisiones.
El mandato de López en RTVE no estará exento de obstáculos. Además de las tensiones políticas y sindicales, deberá enfrentarse a retos estructurales como la modernización tecnológica, la recuperación de la estructura territorial y la búsqueda de una nueva financiación. Todo ello mientras intenta mantener a raya las luchas internas que han lastrado a la corporación en los últimos años.
Un futuro incierto
Aunque la designación de López ha generado expectación, también ha despertado dudas sobre su capacidad para liderar una corporación tan compleja. El tiempo dirá si el hombre que apostó todo por Broncano será capaz de cumplir las expectativas y llevar a RTVE hacia un nuevo horizonte, lejos de las turbulencias que han marcado su pasado reciente.