Millones de personas han llenado las calles de España en las diferentes manifestaciones celebradas en ocasión del Orgullo LGTBi, millones de gargantas, de toda condición sexual, han gritado en contra del odio que propala la extrema derecha y el retroceso democrático que supone la homofobia de Vox. Los ultras ya no se esconden y demostraron con su "pancarta del odio" que su plan pasa por terminar con los derechos de las personas del colectivo LGTBi.
Los homosexuales, lesbianas, personas trans, bisexuales e intersexuales, desde la llegada de Vox a las instituciones políticas, están sufriendo el incremento del odio que se transmite desde el partido de la extrema derecha y que cada día cala más en una parte de la ciudadanía.
Tras la aprobación de las diferentes leyes que reconocían derechos de este colectivo, la ciudadanía española fue normalizando el hecho de ver a dos hombres o dos mujeres besándose en público o con las manos entrelazadas. Sin embargo, tras la llegada de Vox a las instituciones, el odio se ha disparado.
Macarena Olona, exdirigente del partido de extrema derecha y que ahora ha tenido una epifanía ideológica que la ha llevado a, incluso, publicar un montaje fotográfico en el que besaba la boca de Yolanda Díaz, afirmó en el Congreso de los Diputados que era un error «prohibir que los homosexuales acudan a una terapia que les ayude a encontrar su identidad».
Estas declaraciones fueron legitimadas por Iván Espinosa de los Monteros porque eran el reflejo del pensamiento de Vox. «Los adultos tienen capacidad de obrar, no sé por qué se tiene que prohibir ningún tipo de terapia», afirmó el portavoz de la extrema derecha en el Congreso.
El propio Papa Francisco ha afirmado que "ser homosexual no es un delito. Todos somos hijos de Dios, y Dios nos ama como somos, y por la fuerza que cada uno de nosotros lucha por su dignidad." Además, el pontífice, en 2020, declaró que "las personas homosexuales tienen derecho a formar una familia. Son hijos de Dios. No se puede echar a alguien de una familia, ni hacerle la vida imposible por esto. Lo que hay que tener es una ley de uniones civiles; así están cubiertos legalmente."
El número de agresiones se está incrementando y, en algunos casos, se ha llegado a asesinar a personas LGTBi en atentados homófobos. Esto es un hecho y los datos oficiales así lo demuestran.
Por esta razón, las miles de manifestaciones que se han celebrado hoy no fueron sólo una reivindicación de derechos, sino que hay un grito de socorro porque las vidas de las personas de este colectivo están en peligro.
Los pactos del PP con Vox en diferentes ayuntamientos y comunidades autónomas muestran que dentro del partido liderado por Alberto Núñez Feijóo e Isabel Díaz Ayuso sigue habiendo un alma contraria a la comunidad LGTBi. No en vano, el Partido Popular no ha enviado a las manifestaciones de hoy a ninguno sus principales líderes, sino a subalternos para dar testimonio de que estuvieron allí. Sin embargo, en la situación actual, eso no basta.
La realidad es que esos pactos del PP con la ultraderecha hacen mucho daño, como lo ha hecho durante años los constantes recursos contra las leyes que otorgaban derechos a la comunidad. El odio hacia el colectivo LGTBi se está instaurando dentro de las instituciones gracias al Partido Popular que es quien, por su ansia de poder, ha abierto las puertas de los gobiernos a Vox.
España, por culpa del PP, está viviendo una involución de valores democráticos porque no se trata de un ataque contra una minoría en concreto, sino que la extrema derecha está intentando reventar el modelo de sociedad igualitaria en la que cabe todo el mundo. Por esta razón, la pancarta que ha presidido la manifestación de hoy en Madrid ha mostrado al mundo el lema "Por nuestros derechos, por nuestras vidas: con Orgullo."