La educación pública madrileña afronta este martes, 21 de mayo, la segunda de las dos jornadas de huelga convocadas por los principales sindicatos de la enseñanza. Los sindicatos UGT Madrid, CCOO de Madrid, CSIF y ANPE, junto con CGT, CNT, STEM y la Asamblea Menos Lectivas, han impulsado estas movilizaciones ante la falta de acuerdo con la Consejería de Educación, Ciencia y Universidades de la Comunidad de Madrid.
Alta participación del profesorado
Según los sindicatos, la participación en la primera jornada de huelga alcanzó el 65%, aunque la Comunidad de Madrid rebajó esta cifra al 24,5%. Sin embargo, la percepción general en los centros educativos ha sido de un seguimiento significativo, con muchos docentes uniéndose a las protestas. Teresa Jusdado, responsable de Educación de UGT Madrid, ejemplificó la situación: “Hay centros de la capital en los que, de 66 profesores que podían ir a huelga, lo han hecho 45”.
El conflicto surge de la negativa de la Consejería a aceptar varias demandas clave de los docentes, como la reducción del horario lectivo, la bajada de ratios, la equiparación salarial con otras comunidades autónomas, la reducción de la burocracia y la mejora de la atención a la diversidad. Estas reivindicaciones forman parte del nuevo Acuerdo Sectorial Docente que los sindicatos están intentando negociar con la Consejería.
La propuesta de la consejería
La propuesta inicial de la Consejería, rechazada por los sindicatos, sugería reducir las horas lectivas del profesorado de Secundaria, Formación Profesional y Régimen Especial de 20 a 19 horas semanales a partir del curso 2026/27. Esta medida, considerada insuficiente y tardía por los docentes, ha sido uno de los principales puntos de desencuentro.
En respuesta a las críticas, el consejero de Educación, Emilio Viciana, ha defendido un enfoque progresivo debido a restricciones presupuestarias. "Tenemos que establecer una propuesta global que no solo incluya a los docentes, sino también a los estudiantes y a las familias", afirmó Viciana.
Movilizaciones
Los sindicatos han organizado una serie de actividades para dar visibilidad a la huelga, incluyendo piquetes informativos y concentraciones frente a la sede de la Consejería de Educación y la Asamblea de Madrid. Estas acciones buscan presionar al gobierno regional para que reconsidere su postura y vuelva a la mesa de negociaciones con propuestas más favorables para el sector.
Además de los paros en los centros educativos, a las 18.00 horas comenzará una manifestación desde la Plaza de Neptuno hasta la Puerta del Sol, similar a la que reunió a varios miles de personas el pasado 8 de mayo. Ricardo Marchand, responsable de Enseñanza Pública de UGT-Servicios Públicos Madrid, señaló: "Nos hemos visto abocados a convocar una serie de movilizaciones con dos huelgas educativas el día 8 y 21 de mayo".
Falta de negociaciones
La falta de avances en las negociaciones ha generado preocupación entre padres, estudiantes y personal administrativo, quienes temen las repercusiones de un conflicto prolongado en la educación pública. Los sindicatos han advertido que, si no se alcanza un acuerdo satisfactorio, podrían extenderse las movilizaciones, afectando la finalización del curso actual y el inicio del próximo año escolar.
La situación actual exige un diálogo constructivo entre los sindicatos y la Consejería de Educación. Es fundamental un consenso que trace un camino claro hacia la mejora continua y sostenible del sistema educativo madrileño. "Necesitamos que haya más profesores para atender de manera individualizada al alumnado, es preciso reducir el horario lectivo y aumentar las plantillas de atención a la diversidad", afirmó Isabel Galvín, secretaria general de CCOO. Madrid.
Este período de huelga en la educación pública madrileña es un claro recordatorio de la importancia de escuchar y atender las necesidades de quienes están en primera línea educando a las futuras generaciones. Solo a través del reconocimiento de estos profesionales y la implementación de mejoras reales en su entorno laboral se podrá garantizar una educación de calidad para todos los estudiantes de la Comunidad de Madrid.
El conflicto entre el gobierno regional y los profesores madrileños es un reflejo de las tensiones existentes en el ámbito de la educación pública en España. Mientras los profesores luchan por condiciones laborales justas y por una educación de calidad para todos, el gobierno de Ayuso enfrenta críticas por priorizar políticas que, según los manifestantes, benefician principalmente a la educación privada-concertada. Esta situación subraya la necesidad de un diálogo más inclusivo y efectivo para resolver las demandas del sector educativo en Madrid.
La huelga y las movilizaciones de los docentes madrileños son una manifestación del compromiso del profesorado con una enseñanza pública de calidad. La alta participación en las protestas demuestra la determinación de los docentes de luchar por mejoras que no solo beneficien a ellos, sino también a los alumnos y a toda la comunidad educativa.