La renuncia de Yolanda Díaz al liderazgo de Sumar generó una gran confusión y especulaciones sobre el futuro del espacio político. Sin embargo, apenas 24 horas después, Díaz ha aclarado que mantendrá su liderazgo político y su papel coordinador en el Gobierno de coalición. "No me voy, me quedo dentro de Sumar", ha afirmado rotundamente.
Clarificación de su Rol en Sumar
Yolanda Díaz ha precisado que renuncia únicamente a su rol orgánico como coordinadora general de Sumar, pero continuará siendo una figura clave en la Ejecutiva del partido y su principal referente político y mediático. Fuentes del espacio político indican que Díaz podría ser la candidata en unas hipotéticas elecciones, reafirmando su influencia y liderazgo dentro de Sumar.
Contrario a las expectativas de una sucesión, Sumar no abrirá un proceso para reemplazar a Díaz. En su lugar, se llevará a cabo un "reparto de tareas" orgánicas que comenzará a definirse en una reunión del Grupo de Coordinación de Sumar, compuesto por 80 personas. Esta reunión, programada para este jueves, podría delinear una hoja de ruta para resolver la crisis interna y designar una figura interina para las tareas administrativas.
Desde Suiza, donde se encuentra de viaje de trabajo, Díaz ha enviado un mensaje de tranquilidad a los votantes y simpatizantes de Sumar. "Yolanda Díaz sigue formando parte de la Ejecutiva de Sumar y del órgano de dirección", declaró. Subrayó que su dimisión de ciertas responsabilidades orgánicas es una muestra de asumir responsabilidades tras malos resultados electorales, no un retiro del liderazgo político.
Reacciones de Izquierda Unida y Más Madrid
Izquierda Unida (IU) y Más Madrid han sido los primeros en manifestar que la etapa de liderazgo exclusivo de Sumar está superada. Antonio Maíllo, coordinador federal de IU, ha propuesto una nueva fase donde las formaciones integrantes de la coalición tengan un mayor protagonismo. Similarmente, Más Madrid ha insistido en que la estrategia de Sumar sin la participación activa de las organizaciones políticas ha fracasado y aboga por un frente amplio de partidos.
Más horizontalidad
La propuesta de IU y Más Madrid sugiere una transición hacia un modelo más horizontal y colaborativo, donde las decisiones no estén monopolizadas por una sola figura. Esta visión incluye respetar el "arraigo territorial" de las fuerzas políticas involucradas, permitiendo que las particularidades regionales sean consideradas en la toma de decisiones.
La dimisión de Díaz como coordinadora general ha abierto un intenso debate interno sobre el futuro de la izquierda alternativa al PSOE. Mientras IU y Más Madrid sugieren una refundación del espacio con mayor igualdad y cooperación entre partidos, Sumar insiste en que Díaz mantiene su liderazgo político intacto. Íñigo Errejón, portavoz parlamentario de Sumar, ha defendido que Díaz sigue siendo el "mayor activo político y electoral" del espacio.
En una rueda de prensa, Errejón ha resaltado que la decisión de Díaz de ceder tareas orgánicas no afecta su rol político. Esta interpretación choca con la percepción de otros actores dentro de Sumar, que ven en la renuncia un punto de inflexión para redefinir el liderazgo y la estructura del espacio político.
Origen del conflicto
El origen del conflicto radica en la confusión entre la coalición electoral Sumar y el nuevo partido Movimiento Sumar creado por Díaz. Mientras Sumar buscaba unificar a varios partidos bajo una estructura común, esto generó tensiones con socios como Compromís y Más Madrid, quienes se resistieron a ceder control territorial.
Izquierda Unida y Más Madrid: Visiones de Futuro
Antonio Maíllo ha sido claro en su diagnóstico de que Sumar debe dejar de ser el espacio aglutinador dominante. Propone que las decisiones sean colectivas y se respete la igualdad entre los partidos. Por su parte, Más Madrid ha solicitado una mesa de partidos para debatir y redefinir la cooperación y colaboración dentro del espacio de la izquierda transformadora.
La decisión de Yolanda Díaz de mantener su liderazgo político dentro de Sumar, mientras renuncia a su papel orgánico, representa un intento de equilibrar las responsabilidades y dar respuesta a las críticas internas. La reacción de los partidos integrados en Sumar indica una necesidad de replantear la estructura y la forma de colaboración para enfrentar futuros desafíos electorales. En medio de este panorama, Díaz se mantiene como una figura central, mientras el espacio político busca formas de fortalecerse y adaptarse a una nueva realidad política.