Banca pública: Institución necesaria para el desarrollo, la justicia social, la igualdad y la dignidad del ser humano en la sociedad

22 de Abril de 2021
Actualizado el 02 de julio de 2024
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Banco de España 02

Los ERE de las diferentes entidades bancarias, la proliferación de cláusulas abusivas que son condenadas por la Justicia (principalmente por la europea, porque la española sólo actúa contra la banca cuando se lo ordenan desde Luxemburgo) y la inhumanidad social de los bancos hacen más necesaria que nunca la creación de una banca pública.

La propuesta es crear una entidad financiera bajo control democrático y ético al servicio de intereses productivos y sociales a través del mantenimiento de la nacionalización de las entidades intervenidas en las comunidades autónomas o la creación de nuevos bancos públicos.

Su objetivo será́ facilitar el crédito a empresas y familias para desarrollar una economía real, sostenible y humana creadora de empleo e impulsora de un nuevo modelo productivo desde el feminismo de los derechos humanos y la igualdad. Este objetivo no lo va a hacer la banca privada, que ha demostrado sobradamente su incapacidad empresarial, ética y humana y su inclinación por todo lo contrario (aun deben al pueblo español  más de 70.000 millones del rescate bancario ,  según datos del Banco de España), además de su relación con las élites corruptas que gobiernan en la sombra, los bancos custodios y los clientes especializados en ingresos provenientes de la desigualdad, la corrupción, la explotación profesional y humana, los aditivos de la exaltación y otras actividades utilizadas para la destrucción de los derechos humanos y la libertad con dignidad.

No son todos iguales, pero todos, o en su mayoría, cada vez más se acercan a las malas praxis del segundo banco de España. Los poderes políticos democrático  no mueve un dedo, ¿por qué será? Esta es la cuestión, insisto, ¿por qué será?  Porque, incluso, el señor Iglesias Turrión, que ahora pregona la necesidad de la banca pública, durante dos años no ha vuelto ha mencionar al banco que hasta hace poco era la primera entidad financiera, en nuestro país, ¿por qué será?

Esa entidad, que tantas páginas ha ocupado en este medio de forma merecida, denunciada  y argumentada, algo por lo que sufrimos y sufriremos por ello porque es algo que va en la mochila del periodismo libre e independiente, mientras nosotros tenemos la razón, ella, la presidenta de la entidad en cuestión, tiene a la justicia, a los gobiernos de derecha y, lamentablemente, a algunos y algunas socialistas neoliberales (siempre escribo en inclusivo) como palmeros y palmeras, en este caso,  palaciegos o deudores donados. No obstante, ¡ojo!, amigas lectoras y lectores, en esto seguimos durante más de 4 años en lo alto del ranking nacional de medios de comunicación como el más creíble y leído. Esta valoración no se basa sólo en los ratings o en las valoraciones, conseguidas de una u otra forma, cuantitativas externas, sino que se trata de una cualificación ética creada desde un método predicial basado en la mezcla de los datos, de los valores éticos, de la influencia generada en quien la recibe y, en consecuencia, de la opinión de quienes son receptores de la información realizada desde el poder del conocimiento, la reflexión, el análisis exhaustivo y humano de la información. Lo anterior provoca que se generen los estados de opinión desde las más altas esferas del poder y cualifican el valor real de un medio a la hora de que quienes tienen la capacidad de apostar con sus campañas de publicidad, comercial, social o política realicen sus estudios de impacto de retorno positivo.

La actual banca jamás trabajará en favor de los intereses de la gente. Crear bancos públicos es una necesidad para revertir una economía que solo beneficia a unos pocos a costa de perjudicar a la mayoría.

En España, por ejemplo, el número de millonarios ha crecido más del 600% desde el estallido de la crisis global, es decir, el mejor ejemplo de cómo la riqueza se ha acumulado en una minoría de menos de 1 millón de personas, mientras 46 millones viven en situación de precariedad laboral, salarios ínfimos y la necesidad de acudir a las «colas del hambre» para poder sobrevivir. Esta situación no es más que la consecuencia más cruel del asalto al poder absoluto de las élites capitalistas.

En este escenario, la banca privada ha sido un elemento fundamental porque se ha producido una situación en el ámbito económico similar a lo que ocurrió en Europa tras la caída del Muro de Berlín y la desaparición del contrapunto soviético que hacía que el capitalismo occidental aplicara un método de generación de riqueza basado en la redistribución de una parte de sus beneficios para mantener el estado del bienestar.

En España, la caída de las cajas de ahorro dejó el sector financiero en manos de los bancos privados y, de ahí, se inició un escenario en el que, con la colaboración necesaria de una parte de la Justicia, han campado a sus anchas sin ningún control, porque los organismos públicos encargados de supervisar a las entidades financieras, tanto españoles como europeos, son una parte más de un entramado cruel para la sociedad.

La banca pública, además de humanizar al sector financiero, permite incrementar la confianza de los mercados porque los inversores, sabiendo que el Estado está detrás tendrían una garantía de solvencia asegurada.

Por otro lado, la creación de una entidad totalmente pública impondría la transparencia total en los balances, algo que en la banca privada está muy en cuestión. El ejemplo más claro lo tenemos en Banco Santander que acumula pérdidas mil millonarias en concepto de cambio de divisas pero que no aparecen en sus cuentas porque las cargan al patrimonio neto.

La banca pública, además, generaría una relación con los clientes no basado en el crecimiento de las comisiones sino en la generación de crédito para impulsar un desarrollo de autónomos, pymes y familias basado en la justicia económica y no en la especulación, es decir, la vuelta al negocio bancario tradicional que, con el sistema capitalista actual, ya no les es rentable a las grandes entidades. Por eso tienen que acudir a otro tipo de operaciones con más riesgo y, en ocasiones, sacando sus beneficios de dinero procedente de actividades delictivas.

Desde el punto de vista político, es normal que los partidos de la derecha (nacionalistas incluidos) y los ultras estén unidos para intentar que no se llegue a crear una banca pública en España. No en vano, son los ángeles custodios de los intereses de la banca privada y de las dictaduras del capital. Todos estos partidos semejan a las grandes estatuas del Valle de los Caídos que, a la entrada de la basílica, hacían guardia permanente de las tumbas del dictador y del creador del fascismo español.

También es normal que los partidos de la izquierda sean los máximos garantes de la banca pública desde la verdad y la ética y no para subvencionar ideas mesiánicas sin el conocimiento ilustrado necesario para transformar y progresar desde el «timbre de la voz humana» con  la verdad coherente de la razón sin miedo. No en vano, tanto Izquierda Unida como Podemos lo han reclamado constantemente y lo incluyen en sus programas máximos, pero le sigue faltando la coherencia de su verdad, le siguen faltando muchos 15 de Mayo, les sigue faltando el compromiso de exponer al pueblo español desde la verdad quién, quiénes y por qué frenan este proyectos y los motivos concretos por los que lo hacen, ya que a todas luces debería ser abrazado por cualquier gobierno progresista de izquierda como el actual y donde estas siglas, sus siglas y su coalición de IU y catalanes  también están presentes.

No solo basta con decir en campaña electoral y fuera de las instituciones de forma voluntaria que España y sus comunidades autónomas necesitan YA una banca pública, la sociedad piden a voces entidades financieras públicas y dirigidas desde la ética y la igualdad, desde la conciencia social y desde una justicia justa.

Lo que no es normal es la posición mantenida por un Gobierno de izquierda progresista y presidido, más en concreto por Pedro Sánchez. El actual presidente del Gobierno ha demostrado en este asunto su tendencia «socioliberal». Sigo manteniendo la esperanza de que solo sea fruto de una estrategia del momento y de la aplicación de marcar los tiempos en su gobernanza, porque si no fuera así, para eso ya estaban Susana Díaz  y alguna y algún rondón (sigo escribiendo en inclusiva) que, sin reparo, se colaron en sus listas sin ideología socialista, huyendo del destierro y ocultándose de sus propias vilezas políticas en busca de «un por si acaso». Presidente sigo creyendo en ti, ciertamente más por creer en quienes sin fisura en los que creo y en ti creen. Tal vez lo que yo pienso no te importe, lo entiendo, pero, aunque yo desaparezca, tu amiga la financiera, por mucho que lo pregone, no lo conseguirá. Será más bien por cuestión natural, y siempre me quedará ante la justicia justa y la  que controla la «eutanasia», y en cualquier caso, ¿quién sabe? “siempre me quedará Paris”, y, sin duda, Andalucía para escribir. Este medio seguirá con su línea editorial agarrada al mástil del «timbre de la voz del humanismo» de Pablo Iglesias Posse, del feminismo de los derechos humanos, al de la razón sin miedo, a la verdad desde la coherencia, seguirá denunciando los cómplices silencios, la miseria de los mediocres y la corrupción organizada con el objetivo de destruir la dignidad, la libertad, el feminismo, y la igualdad de mujeres y hombres del Estado español y, como andaluz, me atrevo incluso a decir de y por «la Humanidad».

Es necesario en estos momentos recordar que Pedro Sánchez apostó fuerte por la banca pública cuando recuperó la Secretaría General del partido en junio de 2017. Una de las resoluciones del 39 Congreso afirmaba que «si no lo remediamos avanzaremos hacia un sistema de fuerte concentración bancaria […] es necesario revertir esa tendencia, como garantía de una economía productiva que disponga de recursos de inversión y crédito, mediante la creación de un sector de Banca Pública, dirigida a garantizar el crédito para inversiones a largo plazo, y otro de Banca Cooperativa y Social». Espero que lo siga manteniendo en el 40 Congreso, aunque sea  en Valencia, solo lo digo por lo del Cid Campeador y su juramento de  Santa Gadea.

Sin embargo, la posición de Sánchez se modificó tras las dos elecciones generales celebradas en 2019, dado que tanto en los programas electorales como en el documento hecho público por el PSOE el octubre de 2019 destinado a crear el espacio necesario para lograr acuerdos con Podemos desapareció la creación de una banca pública.

En consecuencia, Sánchez se ha convertido, por el momento, en el mejor aliado de los intereses de las dictaduras del capital financiero. De ahí que no sea inhabitual verle comer con Ana Patricia Botín o reunirse con los representantes del IBEX35. Solo deseo y espero por el bien de España en general, de las españolas y españoles en su mayoría en particular, repito, que solo se trate de reuniones en el ejercicio de su funciones como presidente del Gobierno, rechazando por el momento que se trate de despachar con ellos los destinos de la  humanidad.

Es momento de resaltar los pensamientos fundamentados en la esencia de sus ideales, tales como los de Rosa Luxemburgo que lo dio todo con el fin de conseguir, desde la verdad, la igualdad real, la ética, los derechos humanos y la coherencia de su vida vivida desde el socialismo y el feminismo, tal y como igualmente lo hiciera Pablo Iglesias Posse:

"Quiero afectar a la gente como un trueno, inflamar sus mentes con la amplitud de mi visión, la fuerza de mi convicción y el poder de mi expresión" (Rosa Luxemburgo).

“Sois socialistas no para amar en silencio vuestras ideas ni para recrearos con su grandeza y con el espíritu de su justicia que las anima, sino para llevarlas a todas partes” ( Pablo Iglesias Posse).

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