Ábalos, un gran servicio a España

Hay un temor generalizado entre el sanchismo a que el exministro se convierta en una bomba de relojería que se lleve por delante al propio presidente del Gobierno

25 de Octubre de 2024
Actualizado a la 13:50h
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El exsecretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, en una imagen de archivo.
Ábalos en una imagen de archivo. | Foto: Flickr PSOE

La decisión del juez Ismael Moreno de solicitar al Tribunal Supremo que investigue a José Luis Ábalos por el Caso Koldo ha puesto en alerta máxima al Partido Sanchista. Mientras tanto, en el PSOE se mantiene una tensa espera a que su último secretario de Organización dé el paso que decenas de millones de españoles están esperando, es decir, que no se calle, que tire de la manta.

El mayor problema que tiene España en la actualidad es Pedro Sánchez. Ni siquiera el gobierno de coalición. El problema es Sánchez y, mientras éste esté en el poder, el escenario será igual o peor que el actual.

La cuestión es que en el sanchismo esperaban que Ábalos se comportara como un corderito y que callara como lo hicieron los leales a Juan Carlos I que, incluso, llegaron a cumplir años de cárcel para salvar al rey emérito. No obstante, hasta ahora, el exministro ha sabido marcar muy bien los tiempos. No se ha precipitado pero ha ido lanzando mensajes para que los escucharan las orejas adecuadas, es decir, las de Sánchez.

Todo parecía controlado. En el Partido Sanchista daban por asumido que Ábalos se iba a conformar con mantenerse como diputado porque no creían que fuese a salir más información que la inicial. En cambio, todo estalló a finales del verano.

En primer lugar, el informe del Ministerio de Transporte de Óscar Puente fue un duro golpe para Ábalos, quien respondió de manera contundente: «Puedo defenderme de todo», afirmó, añadiendo, además, que no le estaban dejando opción porque la auditoría de Puente era «una investigación paralela y subjetiva que no tiene sentido ni precedentes en España contra alguien de un mismo partido político». Toque de atención a la Ferraz sanchista.

En El Mundo, Ábalos fue más allá y dijo que «me parece tremendo todo: tanto lo inoportuno como lo subjetivo del informe. ¿Se han dado cuenta ahora los funcionarios que firman el informe? ¿No sé enteraron, no hicieron nada los que firman el informe? La autora era la directora de gabinete del subsecretario, era una funcionaria que ejercía tareas administrativas. Ella es parte y no está legitimada para hacer ese informe […] Se me escapa la motivación por la que el Ministerio ha hecho esto. No es para colaborar con la Justicia porque se trata de una investigación paralela. Tampoco es para aclarar el tema porque no es su función». Nuevo toque de atención. Segundo aviso.

Sin embargo, los últimos informes de la Unión Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil han provocado que la situación de José Luis Ábalos sea insostenible desde un punto de vista judicial. La decisión del juez de la Audiencia Nacional de solicitar al Supremo que investigue al actual diputado del Grupo Mixto y la petición de éste de declarar de manera voluntaria ha elevado el nivel de alerta en el Partido Sanchista. Mientras tanto, en el PSOE hay una sensación de tensa espera en la que, evidentemente, está el sentimiento de la esperanza. Esto es importante, porque Ábalos pidió declarar en calidad de testigo, es decir, con la obligación de decir la verdad. Ahora, tras la decisión del juez Moreno, el exministro señaló en El Mundo que «La exposición del juez se limita a trasladar los argumentos de la UCO y, por lo tanto, no me están dando datos sino conjeturas. Lo bueno es que la investigación se ha acotado y si prevalecen mis argumentos, no lo veo mal». Tercer aviso.

Según ha publicado el diario La Razón, citando fuentes de la dirigencia sanchista, «Ábalos ha deslizado que él no se va a comer esto solo». Y esto es lo que realmente preocupa al partido de Sánchez, que están seguros de que van a salir muchas más cosas que, evidentemente, terminarán impactando en el «número 1».

Fuentes del PSOE consultadas por Diario16+ confirman que hay extrema preocupación porque «Ábalos ahora mismo es incontrolable y eso les da mucho miedo a los sanchistas». Las fuentes del Partido Sanchista consultadas no han querido profundizar pero aún creen en la lealtad del exsecretario de Organización.

Independientemente de si Ábalos va a ser imputado o no por el Supremo, la cuestión es que el error del sanchismo orgánico es terrible. El hombre que llevó a Sánchez recuperar la Secretaría General del PSOE, un hombre leal que sabe mucho de todo y de todos, ahora puede ser el que se lleve por delante la carrera política del presidente del Gobierno. No es muy inteligente haberle dejado solo, como tampoco lo es que algunos se hayan querido cobrar facturas del pasado queriendo hundirlo más. La venganza puede ser terrible. Eso sí, si la lleva a efecto, será un gran servicio a España.

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