Cuando los políticos llegan al poder tienen la deficiencia de confundir los buenos datos macroeconómicos con el bienestar de la ciudadanía. Una de las cosas que enseñó la crisis de 2008 es precisamente esa: las cifras económicas pueden ir bien, se puede producir un crecimiento del producto interior bruto (PIB) y el pueblo estar pasando necesidades. Quienes realmente se benefician de la «bonanza macro» son los poderosos que especulan e invierten su capital en los mercados. Por el contrario, las clases medias y trabajadoras viven de su cada más reducida nómina.
Ayer, Isabel Díaz Ayuso dio un ejemplo de lo anterior y ensalzó los datos de crecimiento de la Comunidad de Madrid sin darse cuenta de que, en realidad, estaba haciendo un reconocimiento implícito del fracaso de su gestión. La magnitud de ese fiasco, evidentemente, dependerá de a quién afecte negativamente o de a quién beneficie. En el segundo caso, por tanto, estaríamos hablando de éxito.
La presidenta madrileña afirmó en Londres que «hoy es un día muy positivo para la Comunidad de Madrid porque hemos conocido que Madrid ya ha recuperado los niveles de riqueza previos a la pandemia, pero lamentablemente aún en el conjunto del país esto no ha sucedido».
En concreto, Ayuso se refería a que, según los datos de la Contabilidad Regional del último cuatrimestre de 2022, la economía de región creció el año pasado hasta un 5,7%, dos décimas por encima del conjunto de España. La Comunidad de Madrid consolida así su liderazgo como locomotora de la economía española al aportar el 19,4% de su PIB.
La realidad es que ese crecimiento de la economía de la que tanto se congratula Isabel Díaz Ayuso no se traslada a los ciudadanos y las cifras de inversión en servicios públicos así lo demuestran.
La Comunidad de Madrid es la que menos dinero invierte en servicios sociales esenciales. En concreto, según los datos de la Asociación Estatal de Directores y Gerentes en Servicios Sociales, Madrid destina sólo 2.022 euros por habitante, muy lejos de Navarra (3.748 euros), Euskadi (3.571 euros) y Extremadura (3.371 euros). Casualmente, entre las 5 últimas hay 3 comunidades gobernadas por el Partido Popular: Región de Murcia, Andalucía y Madrid.
El gobierno de Ayuso es el que menos destina de España a Sanidad, Educación y Servicios Sociales, algo que los expertos califican de un hecho muy preocupante, puesto que la dinámica es negativa.
Entonces, ¿de qué presume Isabel Díaz Ayuso? ¿Quería dar un golpe de efecto en su visita a Londres para impresionar a los fondos buitre, bancos, fondos de inversión y multinacionales con las que se va a reunir? ¿Quién se está llevando ese crecimiento del PIB? Desde luego, las clases medias y trabajadoras no lo están haciendo. Teniendo en cuenta que el proyecto de Ayuso está orientado casi en exclusiva a los poderosos, la última pregunta es retórica.