Una administración pública puede ejercer la crueldad contra sus ciudadanos por medio de muy diferentes formas. Una de las más dolorosas es la que se ejecuta a través de la actividad política y eso es lo que está haciendo el Partido Popular de Madrid con los afectados por las obras de la Línea 7B de Metro en San Fernando de Henares.
Tal y como publicamos en Diario16, el pasado fin de semana el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, visitó la denominada «Zona 0», es decir, la más afectada por estas obras, junto al alcalde sanfernandino, Javier Corpa, la secretaria de Justicia del PSOE, Llanos Castellanos, y representantes de los afectados.
En vez de alegrarse por el hecho de que el gobierno central se preocupe por la situación de estos vecinos, el Partido Popular de Madrid, a través de la candidata a la alcaldía de San Fernando, Alejandra Serrano, afirmó en Twitter que «empieza el desfile electoralista de ministros por la zona afectada por la línea 7B. Llevan años politizando este problema. Todo mi apoyo a los vecinos afectados».
Además, en estos días, el grupo municipal del Partido Popular en Torrejón de Ardoz, localidad vecina a San Fernando de Henares, rechazó una moción en apoyo a los afectados por las obras de la Línea 7 de Metro
No se puede ser más cruel con las más de 600 familias afectadas. En primer lugar, el Partido Popular, a través de los gobiernos de Esperanza Aguirre, Ignacio González, Cristina Cifuentes, Ángel Garrido, Pedro Rollán e Isabel Díaz Ayuso, no ha hecho nada para resolver la situación crítica en la que se encuentran estas personas. Todo lo más, la orden de la Consejería de Transportes por la que se declaraba responsable a Dragados (Florentino Pérez) de esta problemática. La orden fue anulada por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid.
A lo largo de más de 15 años, el Partido Popular de Madrid ha sido cruel con estas familias, prometiendo soluciones que nunca han llegado. Ahora, con Isabel Díaz Ayuso, pretenden hacer creer a la ciudadanía que tienen indemnizaciones listas cuando, en realidad, sólo un 10% del presupuesto está destinado a este fin. El resto está dirigido a arreglos de la infraestructura de Metro. Esto es cruel y desalmado.
Las soluciones que han pretendido aplicar no han servido para nada. Los edificios se están cayendo, a la gente se la ha sacado de sus casas con sólo media hora de tiempo para recoger las pertenencias necesarias. El resto de sus vidas se ha quedado dentro o ha terminado entre los escombros tras los derribos.
Por otro lado, estos vecinos a los que militantes y dirigentes del PP de Madrid llamaron «muertos de hambre» en Coslada, sin que Isabel Díaz Ayuso los desautorizara o pidiera disculpas públicas por este comportamiento, están pagando hipotecas de unas viviendas de las que han tenido que ser desalojados. Muchos se pueden permitir un alquiler. Otros, sin embargo, se han visto obligados a irse a vivir con familiares, amigos o en sus pueblos de origen porque las ayudas que da la Comunidad de Madrid son absolutamente insuficientes para cubrir el coste de un alquiler tal y como está el mercado de la vivienda.
Eso es cruel. Tal y como declaró Llanos Castellanos a Diario16, «el caso de San Fernando de Henares es el más desalmado que conozco». La número 2 de la lista de Juan Lobato a la Comunidad de Madrid tiene razón. Ya no es sólo el daño físico de ver día a día cómo se puede derrumbar su casa. No es sólo el miedo a morir sepultados. No es solamente la impotencia ante la ineptitud y la ineficacia de la Comunidad de Madrid.
A las víctimas de las obras de la Línea 7B de Metro, el Partido Popular les está causando un daño psicológico que, en muchos casos, será irreversible. Ahora que tanto se habla de la salud mental, pónganse un momento en la situación de estas personas. Apliquen la empatía. Contemplen su casa e imaginen que se les va agrietando cada vez más, que, en el silencio de la noche, escuchan de manera recurrente cómo el edificio cruje, cómo les caen del techo trozos de pintura porque ha salido una nueva grieta. O salir a trabajar por la mañana y encontrarse con que el ascensor no funciona porque se ha descuadrado el hueco. Piénsenlo bien y, ahora, imaginen cómo se sentirían si, además de no dar soluciones, son atacados, insultados o acusados de politizarse por el presidente o la presidenta de su Comunidad Autónoma. Es duro, ¿verdad?
Respecto a la politización de la problemática de la que habla el Partido Popular de Madrid, empezando por la propia Isabel Díaz Ayuso, quienes han politizado el asunto han sido ellos, no los afectados. Tras años de búsqueda de soluciones sin encontrarlas, las víctimas de las obras de la Línea 7B de Metro han recurrido a todas las instituciones, organismos u organizaciones políticas que han querido escucharles y, sobre todo, preocuparse por esta problemática.
El PP de Ayuso está pretendiendo llevar una cuestión humana a la órbita de una lucha ideológica porque, de ese modo, intentan conseguir que una parte de la población se oponga a una reivindicación justa. Cuando no pueden frenarlo con insultos, manipulaciones o mentiras, entonces recurren a la estrategia del calamar: echar tinta para poder escapar y que la atención se centre en otra cosa.
Ahora mismo existe una problemática con las Cercanías en Madrid. Ayuso está intentando utilizarlo para desviar la atención de lo que ocurre en San Fernando. Sus bulos y manipulaciones contrastan con los datos facilitados por el gobierno. Mientras la presidenta de la Comunidad de Madrid señala que se necesita una inversión de 5.500 millones para mejorar la red de Cercanías, el Ejecutivo de Pedro Sánchez, a través de la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, ha demostrado que «Madrid cuenta con un Plan de Cercanías con inversiones cercanas a los 6.500 millones de euros. Es un plan real, que hemos diseñado y planificado, con crédito presupuestario que se está ejecutando, y no el power point que nos encontramos en 2018. Tenemos un Plan y es realista».
Para desviar la atención sobre esto y que la gente se olvide de la problemática de San Fernando de Henares, el ejército de palmeros, tanto en los medios de comunicación de «la caverna» como en las redes sociales, ataca a los afectados de las obras de la Línea 7B con la situación de los Cercanías. En este punto, por cierto, Ayuso no habla de la situación de la red de transportes públicos de Madrid que, al igual que ocurre con la sanidad, se está deteriorando a pasos agigantados.
En consecuencia, que ministros o eurodiputados visiten San Fernando para contemplar con sus propios ojos las consecuencias de las políticas del Partido Popular no es politizar la problemática, es buscar soluciones que, desde el gobierno de Isabel Díaz Ayuso, no se están queriendo dar por más que la presidenta se quiera presentar como «la amiga que te entiende, pero…».