El rey debe estar flipando con Feijóo

17 de Agosto de 2023
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Felipe VI Legitimidad

Ayer fue un día muy intenso para el jefe del Estado, sobre todo a nivel personal. Mientras en el Congreso de los Diputados había una intensa agenda, con negociaciones entre partidos hasta prácticamente hasta el último minuto, Felipe VI, junto a Letizia Ortiz, se encontraba en la Academia de Zaragoza acompañando a su hija Leonor que iniciaba su formación militar.

Sin duda, un día lleno de emociones. Sin embargo, cuando se le entregara el correspondiente informe sobre lo que había sucedido en el Congreso y los resultados de las votaciones para la elección de la Presidencia y del resto de miembros de la Mesa, Felipe VI debió flipar, sobre todo al comprobar los votos a favor obtenidos por el Partido Popular.

En concreto, Cuca Gamarra, la candidata del PP a la Presidencia del Congreso, sólo contó con el apoyo de sus propios diputados, es decir, 137, más los dos votos de UPN y de Coalición Canaria. Muy lejos de la mayoría absoluta o de obtener una mayoría suficiente para poder gobernar.

Sólo unas horas antes de esta votación, el miércoles por la tarde, Alberto Núñez Feijóo se mostró convencido de que el jefe del Estado le iba a designar como candidato a la investidura porque había ganado las elecciones y porque así lo había hecho siempre. Esta última afirmación es falsa, puesto que en 2016 hubo un candidato que no había ganado las elecciones: Pedro Sánchez, quien fracasó estrepitosamente con su pacto de la vergüenza con Albert Rivera.

Desde el mismo día en que se conocieron los resultados de las generales, Feijóo y el Partido Popular ha estado ejerciendo una presión feroz contra Felipe VI para que le designara como candidato a la investidura, algo nunca visto jamás en la historia de la democracia española.

¿Qué debió pensar el rey ayer cuando vio los resultados de las votaciones para la Presidencia del Congreso? Debió flipar en colores y pensar «¿este es el tipo que dice que puede formar gobierno?». La cara de Felipe VI debió ser un verdadero poema por la situación que están generando tanto el PP como Feijóo, quienes están intentando modificar sobre hechos consumados la tipología de la democracia española.

Feijóo está solo

La realidad es que Feijóo está solo. El ansia de poder que tiene el Partido Popular degeneró en la ruptura con su socio preferencial, la extrema derecha de Vox, al no quererles ceder un puesto en la Mesa del Congreso, una afrenta que tendrá su coste de cara a posibles futuros pactos. Abascal ya no regalará la investidura a Feijóo, ahora le pondrá un precio muy alto.

Feijóo está solo, nadie quiere pactar con él. Los números no salen y el tiempo va pasando. Felipe VI, tras ver los resultados de ayer, ya no se fía del gallego que le ha estado presionando con una situación ilusoria más propia de quien tiene alucinaciones que de un político que aspira a ser presidente del Gobierno.

Al final, Alberto Núñez Feijóo cada día se va pareciendo más al personaje de «don Erre que Erre» interpretado por Paco Martínez Soria que reclamaba sin ton ni son las 257 pesetas que le habían robado en un atraco, con la misma insistencia con la que Feijóo reclama la investidura.

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