Irene Montero, la "anticasta" que ya es casta a la que podrían quedar días en el Gobierno

05 de Julio de 2022
Actualizado el 02 de julio de 2024
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Irene Montero Sí es sí

Irene Montero es una ministra amortizada por sus escasos aciertos y sus muchos errores, además de por demostrar que es una mujer que no tiene la capacitación exigida para liderar un ministerio tan importante como es el de Igualdad. Además, ha caído en el aburguesamiento más absoluto utilizando su cargo para ello.

Antes de entrar en un análisis más profundo de la situación que ha generado Irene Montero con su viaje a Estados Unidos hay que hacer una serie de puntualizaciones para dejar claros determinados aspectos.

En primer lugar, la actual ministra de Igualdad tiene todo el derecho del mundo a viajar a Nueva York y Washington con el séquito que ella estime oportuno, eso sí, siempre que haya una agenda oficial que justifique dicho viaje. En segundo término, Irene Montero se puede quedar el fin de semana en Estados Unidos si su trabajo como ministra del Gobierno de España se lo permite y, por supuesto, si las actividades personales, tanto suyas como de su séquito, son pagadas con su dinero y no con fondos públicos.

En este sentido, el problema está en que no ha habido ningún tipo de transparencia respecto a cuánto ha costado el viaje a Nueva York y Estados Unidos ni si se siguieron utilizando fondos públicos para cubrir los gastos de la agenda personal de Montero y su séquito.

Esto es un grave problema, sobre todo cuando hace años desde Podemos se criticaron actitudes similares cometidas por políticos del Partido Socialista y del Partido Popular. Además, demuestra que la ministra anticasta ya ha pasado a formar parte de la casta. Eso es algo que en Podemos no pueden perdonar, sobre todo cuando llegaron a la política nacional con la bandera de la transparencia y el respeto al dinero de todos.

Montero va por libre

Distintos medios de comunicación con diferentes líneas editoriales han citado fuentes de la formación morada que denuncian que Montero ya va por libre y que, al parecer, tiene la intención de aprovechar el año de legislatura que queda.

Además, las justificaciones dadas respecto al viaje a Estados Unidos de Irene Montero o las defensas cerradas de algunos sectores cercanos a Podemos son absolutamente incongruentes. Se ha querido señalar que la ministra no ha hecho nada distinto a lo que ya hiciera Isabel Díaz Ayuso o Elías Bendodo en sus viajes al país norteamericano. No se puede justificar un error en los errores del contrario, porque, de ese modo, se está dando validez a un comportamiento que es igual de reprochable.

Por otro lado, se señala que Irene Montero tenía una agenda de reuniones tanto en Washington como en Nueva York. Cierto, la había y eso es irreprochable. Lo ya no lo es tanto es que haya un tiempo importante en el que no se sepa nada de lo que hizo la ministra y, además, que se haya hecho una especie de proselitismo en redes sociales con fotos en diferentes lugares icónicos de las dos ciudades norteamericanas.

¿Se sufragaron con dinero público las actividades personales de Irene Montero y su séquito? ¿Cuántos días, una vez terminada la agenda oficial, estuvo de turismo? Son preguntas que la Irene Montero del megáfono hubiera hecho sin dudar y habría exigido respuestas. Sin embargo, ahora no las da.

Tal y como hemos apuntado, fuentes de Podemos citadas por distintos medios han señalado que Montero va a disfrutar del tiempo que le quede en el Gobierno. ¿Qué significa que «va a disfrutar»? ¿Se va a marcar más viajes como el de Estados Unidos o el de Chile? ¿Ha planteado una agenda ministerial en la que lo que prime es el disfrute personal de la ministra de Igualdad? Esto es, cuanto menos, inquietante.

Candidata a salir del Gobierno

Además, dar por hecho que va a aguantar lo que queda de legislatura es arriesgado. Desde unas semanas antes de la Cumbre de la OTAN se da por hecho que en este mes de julio Pedro Sánchez va a acometer una nueva crisis de gobierno, una profunda remodelación del Ejecutivo para afrontar la recta final de la legislatura. Muchos nombres están ya circulando, algunos de ellos coincidentes en fuentes de distintos partidos consultadas. Lo que parece es que esta vez, a diferencia del año pasado, Sánchez podría tocar a ministros y ministras de Unidas Podemos, incluso, con una reducción de ministerios.  

En este aspecto, en referencia a los ministros o ministras de Podemos que no van a seguir, existen divergencias según quién sea la fuentes consultada. Sin embargo, todas coinciden en que Irene Montero va a salir del Ejecutivo este verano y que a Yolanda Díaz no le va a temblar el pulso en prescindir de alguien que resta más que suma.

Las polémicas con Irene Montero han sido constantes desde que llegó al gobierno gracias al gravísimo error de Pedro Sánchez de incluir el de Igualdad entre los ministerios a negociar con Podemos el pacto de coalición. Desde entonces, las políticas aplicadas por la ministra no han provocado más que la división total del movimiento feminista y la inoperancia absoluta de las estrategias planteadas.

Por otro lado, además de las polémicas por los viajes, Montero fue acusada por Ecuador de cobrarle a su embajada 1,2 millones de euros por asesoramiento sobre desahucios, tal y como publicó Diario16.

Tanto Pedro Sánchez como Yolanda Díaz quieren tener un año final de legislatura tranquilo en el que poder recuperar la ilusión del votante de izquierdas a través del Boletín Oficial del Estado, con las discrepancias naturales que pueda haber entre ambos partidos en las medidas que se adopten. Irene Montero es un lastre para esa nueva fase y, en consecuencia, es absolutamente prescindible. Su salida del Ejecutivo será un acierto.  

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