El populismo, en general, y el trumpismo, en particular, basa su mensaje en la manipulación, la generación de titulares rápidos que generen clickbait en redes sociales o impactos directos en canales multimedia y de aplicaciones de mensajería rápida. Dentro de ese proceso de manipulación se genera un discurso en el que se mezclan verdades, medias verdades, datos falseados, bulos y mentiras.
Eso se puede comprobar en la línea argumental de políticos como Donald Trump, Javier Milei, Nayib Bukele, Jair Bolsonaro, Nigel Farage, Viktor Orban o Giorgia Meloni, por citar algunos. En España se podría pensar que el rey de ese modelo es Santiago Abascal. No en vano, ha participado e intervenido en varias ediciones de la CPAC, esa especie de cumbre de la extrema derecha mundial.
Sin embargo, la verdadera lideresa del populismo de corte trumpista es Isabel Díaz Ayuso. Lo demuestra cada vez que ofrece una comparecencia, una rueda de prensa o interviene en galas donde la premian, algunas de las cuales están organizadas por empresarios a los que la policía ha descubierto movimientos de decenas de millones de euros en cuentas en paraísos fiscales y ha calificado sus actividades como una trama empresarial.
En su enfrentamiento frontal contra el gobierno de Pedro Sánchez, Ayuso suele coger un tema que exprime durante semanas utilizando esa mezcolanza de verdades, datos falsos, cifras manipuladas y mentiras. Ahora ha cogido la cuestión económica y un análisis de lo que está afirmando Ayuso demuestra que es la reina trumpista de España.
«La economía en España no va como dicen y aunque algunas cifras maquillen la acción de gobierno lo cierto es que la situación está dopada por el gasto público desbocado y una deuda que ya superó el 1,6 billones de euros con sus intereses. Es decir, que actualmente sobrevivimos del consumo, del poco ahorro privado que queda después de la pandemia. Si nos comparamos con el entorno de la Unión Europea o la situación que se vivía durante la propia pandemia es lógico pensar que hemos salvado los muebles y que vamos a mejor pero los datos indican que ni siquiera hemos recuperado la situación que teníamos antes del covid», afirmó Ayuso en el V Foro Internacional Expansión, celebrado esta semana en Madrid.
Es cierto que la economía española no se encuentra como la pretenden vender desde los aparatos de propaganda de Moncloa y del PSOE. Mientras las cifras macroeconómicas crecen, la brecha entre los beneficios empresariales y los salarios de los trabajadores se ha disparado, los niveles de pobreza se han incrementado, como lo hacen las colas del hambre, de las que dependen ya más de 2 millones de personas.
Sin embargo, es un hecho que los datos de crecimiento económico han sido refrendados por organismos como el FMI o la OCDE, organizaciones que están más cercanas a la ideología de Ayuso que a la del gobierno de Sánchez. En consecuencia, con la crítica, la presidenta de la Comunidad de Madrid está atacando a organismos que defienden lo mismo que ella. ¿Está contradiciendo Ayuso al FMI?
Por otro lado, respecto a la situación económica de España antes de la pandemia, no es cierto que no se hayan recuperado los niveles, puesto que el PIB de 2019 era de 1,24 billones de euros y en 2023 se cerró con 1,46 billones.
En referencia al endeudamiento, Ayuso utiliza una estrategia muy propia de los populismos: aislar la situación del país ignorando el escenario global. Tras la pandemia todos los países, sobre todo las economías avanzadas, han incrementado su gasto público y la deuda soberana para hacer frente a un parón de la economía inédito e inesperado.
A pesar de que se trata de un problema mundial, Ayuso lo aísla como si fuera una cuestión únicamente de España. Además, da unas cifras manipuladas pero que encajan muy bien para un titular. Según el FMI, la deuda pública española se encuentra en el 106,3% del PIB. En el cierre de 2020 era de 120,3%. En consecuencia, Ayuso afirma, sin citar las fuentes de sus datos, que España está más endeudada que nunca cuando no es verdad.
Si comparamos a España con la situación de otros países, el discurso de Ayuso queda absolutamente neutralizado y desmentido. Según las cifras publicadas por el FMI en su observatorio de abril, la Italia de la aliada ideológica de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Giorgia Meloni, tiene una deuda del 139,2%; Francia, un 111,6%; Reino Unido, un 104,3%; Japón, un 254,6%. Finalmente, Estados Unidos es un caso para analizar a parte. Según el Fondo Monetario, la deuda norteamericana es de 123,3%, una problemática que fue generada por las políticas de Donald Trump, quien estuvo a punto de provocar el default de la mayor potencia económica del mundo. Casualmente, esa misma política económica es la que defiende Ayuso.