Objetivo: Salvar a Isabel Díaz Ayuso por lo civil o por lo criminal

15 de Marzo de 2023
Actualizado el 02 de julio de 2024
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Ayuso salvar Ayuso

Hace un año cualquier analista político estaba convencido de que Isabel Díaz Ayuso iba a lograr un resultado espectacular en las elecciones autonómicas del 28 de mayo de 2023. No había ninguna duda sobre ese aspecto. Lo único que quedaba confuso era si iba a recuperar la mayoría absoluta del Partido Popular en Madrid.

Ahora mismo, según indican distintas fuentes de diferentes partidos a Diario16, la cosa no está tan clara y el globo de Ayuso se está desinflando de una manera que ya está empezando a generar alarma en la primera planta de Génova 13. También, hay que decirlo, esa caída de la proyección de resultados de Ayuso genera suspiros de alivio y, en algunos casos, aplausos en el resto de plantas de la sede central del PP.

La sanidad acabará con Ayuso

Hay varios elementos que están dañando la imagen de Díaz Ayuso respecto a lo que proyectaba en mayo de 2021. El principal, la gestión deficitaria de la sanidad pública y del conflicto con los sanitarios de la atención primaria. Esa bajada en los niveles de popularidad se produce porque es un asunto que afecta directamente a cientos de miles de personas que la votaron y que ahora se sienten decepcionadas. La imagen de una política distinta se desmorona a medida que los plazos para solicitar una cita en un centro de salud se hacen más largos.

Mientras la Comunidad de Madrid hace propaganda con el hecho de que tres hospitales públicos aparezcan en el Top-100 de Newsweek, la realidad es que Madrid es la región que menos invierte en sanidad de toda España, la que tiene más de un millón de personas en listas de espera, la que mantiene un colapso constante en las urgencias y en atención primaria y, lo que es más peligroso, la que permite que miles de médicos se vayan a otras comunidades o fuera de España por las condiciones indignas que se les ofrecen.

Esto le está haciendo mucho daño a Isabel Díaz Ayuso, más del que, quizá, le trasladan desde su equipo más cercano. Por esta razón, desde los sectores económicos, empresariales, mediáticos, bancarios y financieros se ha activado una operación de salvamento absoluto de la presidenta de la Comunidad de Madrid. Esta es la mejor demostración de que en estos ámbitos no se tiene por seguro que Ayuso vaya a ser reelegida.

Ante los datos catastróficos de la sanidad pública en Madrid, se está intentando quitar responsabilidad a Isabel Díaz Ayuso con la extensión de la problemática sanitaria al resto del país. En un principio se pretendió culpar a Pedro Sánchez. No obstante, eso es absurdo porque las competencias de salud están transferidas. Por lo tanto, eso no colaba y la gente no es tan idiota como desde determinadas élites se creen que es.

A continuación, determinados medios de comunicación a nivel nacional empezaron a sacar cifras de otras comunidades autónomas para intentar hacer ver que, precisamente, la saturación de la sanidad es un problema a nivel nacional.

Esto tampoco cuela, sobre todo porque Madrid es la que menos presupuesto dedica al cuidado de la salud de la ciudadanía de toda España. Además, lo que le ocurra a un ciudadano de Cantabria, Extremadura o Castilla y León, a una persona que tiene que esperar más de 15 días para ser atendida en su centro de salud de Carabanchel, Villaverde, Retiro, San Lorenzo de El Escorial o Guadalix de la Sierra le importa muy poco lo que ocurra en el resto del país.

Cuando desde la política se pretende jugar con la vida de las personas, eso tiene un coste que cuesta gobiernos, porque la salud es lo más importante que hay en esta vida. Eso es algo que Isabel Díaz Ayuso no ha entendido porque ella trabaja para otras élites que cuando tienen problemas se cogen un avión privado y se marchan a exclusivas y carísimas clínicas en Estados Unidos, Canadá, Finlandia o Suiza a ser tratados.

Por otro lado, la gran manifestación que congregó a más de un millón de personas le hizo mucho daño, sobre todo después de que su gobierno, en vez de sentarse con los médicos o dedicar más recursos a la sanidad, decidió ir al enfrentamiento frontal menoscabando la legitimidad de la protesta.

Ese fue el momento en el que se vio la debilidad de Isabel Díaz Ayuso. Tiene un gravísimo problema que no sabe solucionarlo, sobre todo porque, además de su ideología neoliberal, tiene como consejero de Hacienda a un radical defensor de eliminar todo lo público para abrir un nicho de negocio para que las grandes multinacionales obtengan muchos más beneficios.

A esto hay que sumar el proyecto del consejero de Sanidad de eliminar a los médicos de la atención primaria para que sean sustituidos por profesionales de la enfermería.

Voto prestado

El día siguiente de su gran victoria electoral de mayo de 2021, Isabel Díaz Ayuso fue entrevistada en la Cadena Cope. Allí reconoció que tenía mucho voto prestado: «Soy consciente de que tengo mucho voto prestado y tendremos que analizar para que nos hayan votado de todas las zonas de la comunidad, de muchas ideologías y muchos jóvenes».

La situación de aquel 2021 era muy distinta a la que se vivirá el 28 de mayo de 2023. El temor en la primera planta de Génova 13 es que la gran mayoría retorne a su sitio lógico, es decir, a los partidos de izquierda. Además, en aquellos comicios ya absorbió a los votantes de Ciudadanos y le va a ser difícil captar a los de Vox.

Para mantener a esos votantes de clase trabajadora es una mala receta la política que aplica Isabel Díaz Ayuso en los servicios públicos, en una política fiscal diseñada en exclusiva para favorecer a los poderosos y que, por desgracia, impacta directamente en la gestión de la sanidad, la educación o los servicios sociales. Eliminar impuestos a los que más tienen recorta los niveles de recaudación y, en consecuencia, de inversión en lo público.  

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