La decisión unilateral de Pedro Sánchez de dar un giro a la posición de España respecto al Sáhara Occidental para favorecer las falsas reivindicaciones de soberanía de Marruecos es la única causa de la gravísima crisis abierta entre España y Argelia y de la que no se tiene aún una perspectiva clara de la gravedad de las consecuencias que sufrirán los ciudadanos y las empresas españolas.
La crisis es de tal gravedad que el gobierno de Pedro Sánchez ha dejado tirado al presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, y el ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, ha suspendido su visita a Los Ángeles para salir corriendo a Bruselas para intentar que la Unión Europea le saque las castañas del fuego a Pedro Sánchez porque la que ha liado el presidente español es muy gorda.
Todos los sectores de la sociedad española están muy preocupados por, precisamente, las graves consecuencias que va a tener la decisión unilateral de Pedro Sánchez. En contra de lo que pretende la propaganda monclovita y ferrazita, Argelia ha actuado como debía actuar ante el grave atentado cometido por el presidente español contra el pueblo saharaui. Además, como buen narcisista y ególatra, Sánchez no se aparta de la linde y sigue intentando defender lo indefendible, ni siquiera cuando sabe por los informes de inteligencia que el espionaje a su teléfono y al de varios miembros del Gobierno fue, presuntamente, perpetrado por Marruecos, su nuevo mejor amigo.
Empresarios, presidentes autonómicos y alcaldes de cualquier color ideológico, y la ciudadanía en general está viendo cómo las decisiones unilaterales tomadas por el presidente del Gobierno van a tener consecuencias directas sobre ellos. Los datos están ahí. Ya se están cancelando pedidos a pymes españolas que pueden provocar, además de consecuencias en la facturación de esas empresas, despidos.
Las importaciones de gas argelino están bajando desde el mes de mayo, la Región de Murcia ya ha creado un grupo operativo específico para gestionar la crisis comercial con Argelia, el presidente de la CEOE ha expuesto sin ambages su profunda preocupación ante la situación que se ha creado por la culpa exclusiva de Pedro Sánchez. La consejera de Economía, Empresas y Empleo de Castilla-La Mancha, Patricia Franco, ha mostrado su preocupación tras la suspensión por parte de Argelia del tratado de amistad y la consecuente congelación de todas las operaciones de comercio exterior con España. «Nuestro tejido empresarial está preocupado por cómo deriven las relaciones comerciales con Argelia», ha señalado la consejera castellanomanchega a preguntas de los medios de comunicación.
Sánchez, acusado de violar el Derecho Internacional
Tanto el gobierno de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) como el Frente Polisario han acusado a Pedro Sánchez de violar el Derecho Internacional por las declaraciones realizadas por el presidente del Gobierno español en el Congreso de los Diputados. Además, han calificado dichas palabras como «otra agresión más a la soberanía del pueblo saharaui».
El Ministerio de Información de RASD considera que «las declaraciones hechas por Sánchez durante su comparecencia en el Congreso de los Diputados, este 8 de junio, representan una traición al pueblo saharaui, así como una agresión a su soberanía e intereses nacionales, que alientan la política de ocupación marroquí basada en la represión brutal y sistemática de los civiles saharauis en las zonas ocupadas».
Además, el comunicado denuncia que «la parcialidad del Presidente de la aún Potencia Administradora del Sahara Occidental y su apoyo a la política expansionista y agresiva practicada por Marruecos contra el pueblo saharaui se consideran un estímulo a la adquisición de territorios por la fuerza y una violación de los principios que rigen el respeto de las fronteras internacionales reconocidas, factores que a la larga harán que España pierda su posición y prestigio como actor internacional, al obstaculizar el proceso de descolonización el territorio no autónomo del Sáhara Occidental».