Los trabajadores pagarán la fiesta de Trump

Así se reconoce en un documento de una organización de lobistas pro-Trump que no tiemblan a la hora de reconocer que el nuevo gobierno servirá a los millonarios mientras las familias asumirán el coste

02 de Febrero de 2025
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Trump trabajadores
Donald Trump comparece ante la prensa en la Casa Blanca

Un documento recientemente filtrado de la organización de ultraderecha Americans for Prosperity, formada por los lobistas que trabajan para aumentar los privilegios de multimillonarios y grandes corporaciones, prepara el escenario para la lucha fiscal de 2025.

En concreto, según la documentación a la que Diario16+ ha tenido acceso, los lobistas de extrema derecha y los donantes multimillonarios están presionando para la aprobación de un nuevo código tributario que aumentará los costes para las familias de clase media y trabajadora mientras beneficia solo a los ricos y las corporaciones. Además, según The Guardian, esta organización está gastando millones de dólares en la lucha para ayudar a los ricos a evitar pagar la parte de impuestos que les corresponde.

Los lobistas de Americans for Prosperity, según se puede comprobar en el documento, admiten sin pudor que están luchando por un código fiscal diseñado para ayudar a los ultrarricos y a las grandes corporaciones mientras aumentan los costes diarios para el 99% de la ciudadanía. Bajo el control republicano, tanto el gobierno de Trump como el Congreso y el Senado, están preparados para servir en exclusiva a las reclamaciones de sus donantes multimillonarios y corporativos mientras las familias de clase media y trabajadora pagará la carga.

Por un lado, y rompiendo con el pensamiento conservador, en el documento se admite que los aranceles que ha afirmado Trump que impondrá aumentarán los precios para los consumidores. Además, Americans for Prosperity amenaza con oponerse a lo que denominan «píldoras venenosas de los aranceles» dentro de la legislación fiscal.

Por otro lado, estos lobistas de extrema derecha quieren que las corporaciones paguen aún menos impuestos abogando por una reducción adicional de la tasa impositiva corporativa, que se redujo del 35% al ​​21% bajo la primera gran estafa fiscal de Trump (que aún está vigente).

Americans for Prosperity también señala en el documento que, debido a las exenciones fiscales a las grandes empresas en 2017, los ingresos por impuestos corporativos aumentaron en miles de millones. Sin embargo, fueron sus grandes accionistas y directores ejecutivos fueron los que más se beneficiaron de las políticas de Trump.

Aumentar la «gran estafa»

Para entender lo que Americans for Prosperity señalan en el documento, hay que volver a lo que hizo Trump durante su primer mandato. Según los datos de la Agencia Tributaria de los Estados Unidos (IRS, por sus siglas en inglés), durante el último año de la administración Trump, las familias trabajadoras fueron auditadas por primera vez a una tasa más alta que los hogares millonarios. 

A lo largo de la última década, expertos independientes advirtieron que años de recortes presupuestarios liderados por el Partido Republicano estaban obligando a la agencia a reducir drásticamente la auditoría de los ultrarricos, incluso cuando las tasas de auditoría para los trabajadores se mantuvieron estables, lo que llevó a que las dos tasas convergieran. 

De hecho, las auditorías de los millonarios cayeron un 92% en la última década gracias a los esfuerzos republicanos por privar al IRS de recursos adecuados. 

Los ricos que evaden impuestos se han aprovechado de la falta de aplicación efectiva de la ley. El Comité de Finanzas del Senado reveló que entre 2017 y 2020, bajo la administración Trump, 1,5 millones de evasores de impuestos ricos no pagaron al Tesoro 66.000 millones de dólares. 

Muchos evadieron sus impuestos simplemente negándose a presentar la declaración. Aproximadamente la mitad de esos impuestos no pagados (34.000 millones de dólares) los debían menos de 1.000 personas, cada una con ingresos superiores a 1 millón de dólares. Aproximadamente una cuarta parte la debían 58 infractores que disfrutaba de ingresos anuales de más de 10 millones. 

Donald Trump regaló el 83% de sus rebajas de impuestos al 1% más rico que ya lograron beneficiarse del 21% de los recortes fiscales al año y medio desde que Trump fue presidente en 2018.

Las familias trabajadoras apenas se beneficiaron de los recortes de impuestos corporativos y de impuestos de Trump, con una diferencia de 51.000 a 1.

Por otro lado, Trump incrementó los impuestos a 92 millones de familias de clase media para pagar exenciones fiscales para los ricos y las grandes empresas.

Los recortes de impuestos a los ricos tuvieron como consecuencia un incremento de primas de atención médica y dejó a 13 millones de familias sin cobertura médica. Con ese dinero pagó las exenciones fiscales que beneficiaron principalmente a los ricos y las grandes corporaciones.

Las leyes de Trump fueron redactadas de tal modo que dejaron varios trucos presupuestarios y lagunas legales que opacaron el verdadero coste de esas medidas favorables al establishment que él dice combatir. Las clases medias y trabajadoras vieron cómo se ponía en peligro aún más la financiación de la Seguridad Social, la sanidad, la educación pública y los servicios sociales.

El falso rebelde dio prioridad en sus leyes a los contribuyentes más ricos sobre las familias trabajadoras con niños. La ley redujo la tasa impositiva individual máxima del 39,6% al 37%, otorgando más rebajas de impuestos a los 518.000 hogares más ricos.

También dio prioridad a los propietarios de grandes empresas y a los promotores inmobiliarios. Es decir, se benefició a él mismo. El recorte fiscal neto para esta categoría fue de 265.000 millones de dólares gracias a una nueva deducción del 20% por los ingresos empresariales transferidos combinada con un endurecimiento de las normas sobre pérdidas. Más del 80% de este recorte de impuestos fue al 5% más rico en 2019.

Aunque Trump defiende la eliminación de la deslocalización de empresas y mantiene un discurso contra la migración de cualquier tipo, sus leyes destruyeron cientos de miles de empleos estadounidenses al fomentar la subcontratación y el traslado de beneficios fuera de los Estados Unidos.

Las leyes de Trump crearon un sistema tributario territorial que eximía de impuestos estadounidenses a una gran parte de los beneficios en el extranjero de las grandes multinacionales. Mientras tanto, las pequeñas y medianas empresas interiores vieron cómo se mantenían los impuestos sobre los beneficios en los Estados Unidos.  Es decir, que las medidas de Trump dieron a las multinacionales estadounidenses aún más incentivos fiscales para subcontratar empleos y trasladar inversiones al extranjero. A esto se le llama defensa de la soberanía, valga el sarcasmo.

Por otro lado, Trump regaló una rebaja fiscal de 400.000 millones de dólares a los evasores de impuestos en el extranjero. Las grandes corporaciones estadounidenses tienen más de 3 billones de dólares en beneficios escondidos en el extranjero. En lugar de obligarlos a pagar lo que deben, como se hace con las familias de clase media y trabajadora, las leyes de Trump les cobró cobrará sólo 339.000 millones de dólares, con un descuento de 400.000 millones. Por ejemplo, Apple se ahorró 40.000 millones de dólares y Microsoft 25.000 millones de dólares.

 

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