Estafas por WhatsApp: secuestros, maltrato, trata y explotación de seres humanos

Las grandes estafas por WhatsApp se generan en países asiáticos y en África, donde las mafias de trata de personas han encontrado un filón mucho más lucrativo que la prostitución o el tráfico ilegal de seres humanos

13 de Julio de 2024
Actualizado el 15 de julio
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Las estafas por WhatsApp están a la orden del día y tras ellas se encuentran las mafias de trata de personas | Foto: FreePik

Habitualmente, se suele relacionar el concepto de trata de seres humanos con la explotación sexual. Sin embargo, las mafias que comercian con personas han encontrado en el mundo digital un nuevo nicho de negocio con el que explotar a sus víctimas: desempeñar papeles en estafas financieras a personas en todo el mundo, sobre todo en la Unión Europea y Estados Unidos.

Decenas de miles de personas de China, Taiwán, Tailandia, Vietnam y otros lugares de la región están siendo engañadas por las mafias a través de anuncios de trabajo falsos en Camboya, Laos y Myanmar, donde las organizaciones mafiosas chinas han establecido grandes centros de operaciones de fraude cibernético.

Las víctimas son obligadas a defraudar a personas de todo el mundo. Si se resisten, se enfrentan a palizas, privación de alimentos o descargas eléctricas. Algunos saltan de los balcones para escapar. Otros aceptan su suerte y se convierten en esclavos del ciberdelito.

En la ciudad de Sihanoukville (Camboya) las mafias chinas han creado macrocomplejos rodeados por vallas de alambre electrificado y concertinas. Fueron creados para estafar a personas en Alemania, Australia, Estados Unidos, España, Francia, Canadá y Reino Unido.

La idea de combinar dos delitos, la estafa y la trata de personas, es un fenómeno muy nuevo. Se trata de un doble dolor, algo totalmente distinto a todo lo que las fuerzas de seguridad han visto hasta ahora en la trata de seres humanos. Es un fenómeno que apenas ha comenzado a salir a la luz en los Estados Unidos y Europa.

La "matanza de cerdos"

La técnica más utilizada en estas operaciones es la conocida como matanza de cerdos, en alusión a la práctica de cebar un cerdo antes de sacrificarlo. El enfoque combina algunos elementos de fraude probados en el tiempo, como ganarse la confianza, a la manera de un esquema Ponzi, al facilitar que las víctimas de la estafa entreguen cantidades pequeñas de dinero al principio, con elementos exclusivos de la era de Internet. La matanza de cerdos se basa en la efectividad de las relaciones nutridas en las redes sociales y la facilidad con la que las monedas se pueden mover electrónicamente.

Por lo general, las estafas realizadas con esta técnica captan a sus víctimas a través de amistades en línea o relaciones románticas y luego manipulan a sus objetivos para que depositen sumas cada vez mayores en plataformas de inversión que están controladas por estas mafias

Una vez que los objetivos no pueden o no quieren depositar más, no pueden recuperar sus fondos iniciales. Luego se les informa que la única forma de recuperar su efectivo es depositando aún más dinero o pagando una tarifa considerable. No hace falta decir que cualquier fondo adicional desaparece de manera similar.

Hay cientos de miles de víctimas de Europa Estados Unidos que han perdido grandes sumas de dinero. Una empresaria en California afirmó que fue estafada con dos millones de dólares y, sin darse cuenta, facilitó un millón adicional en pérdidas al convencer a sus amigos de que se unieran a ella en lo que parecía una inversión segura. 

Una enfermera de un hospital de Houston atrajo a sus amigos y colegas para que se unieran a ella en un plan similar, lo que le costó al grupo 110.000 dólares. Un contable de Connecticut ya no se puede jubilar después de ver desaparecer 180.000 en dos estafas diferentes

Por miedo o vergüenza, la mayoría de las víctimas de la matanza de cerdos no informan de sus pérdidas. Esa es una de las razones por las que los datos limitados disponibles probablemente subestiman la escala del daño. 

El primer paso en el proceso de fraude para las víctimas de trata de seres humanos es crear el perfil online de una persona atractiva. Normalmente, se espera que se hagan pasar por mujer cuando buscan objetivos en internet. Muchas de las organizaciones mafiosas compran fotos y videos de sitios web que se adaptan a este tipo de operaciones. 

Por ejemplo, paquetes de cientos de fotos de mujeres y hombres atractivos están disponibles por menos del precio de una taza de café en una tienda llamada YouTaoTu. Otro portal, directamente, comercializa un paquete para la estafa de la matanza de cerdos. Por aproximadamente 10 euros, ofrece imágenes de un hombre con abdominales perfectamente cincelados. Estas fotos con frecuencia se extraen de las cuentas de redes sociales de personas desprevenidas como, por ejemplo, el perfil de Instagram de un influencer chino.

Las guías de las mafias recomiendan usar esas fotos para configurar cuentas de redes sociales y luego reforzarlas con el simulacro de un estilo de vida próspero publicando fotos de coches de lujo, junto con descripciones de pasatiempos relevantes como invertir. 

Los perfiles resultantes pueden parecer tan reales que un hombre canadiense conoció a su futuro estafador después de que el algoritmo de Facebook le sugiriera a la persona como amigo. El encuentro casual le costó a él y a sus amigos más de 350.000 dólares. Otras víctimas conocieron a sus estafadores en LinkedInOkCupidTinderInstagram WhatsApp

WhatsApp, la principal vía de entrada

El siguiente paso al que las mafias obligan a sus víctimas es ponerse en contacto con tantos objetivos como les sea posible. Suelen trabajar en equipos de ocho a diez personas bajo la dirección de un coordinador de grupo, que les facilita a cada víctima de trata 10 teléfonos para facilitar el mantenimiento de varios chats, junto con listas de números de teléfono para contactar. El trabajo comienza iniciando conversaciones en WhatsApp fingiendo que había llamado a un número equivocado, una artimaña común. Otros abrirían con un simple “Hola”.

Un pequeño porcentaje de personas suele responder favorablemente. Cuando lo hacen, el trabajo de las víctimas de trata es manejar la parte inicial crucial de la conversación. Ahí es cuando la mafia les instruye para que conozcan a sus víctimas y descubran lo que una guía de capacitación llama "puntos débiles" que se pueden explotar. También es una oportunidad para hacer lo que otro documento llama "mapeo de clientes", examinando marcas potenciales para obtener información sobre su riqueza y su vulnerabilidad a ser "cortados", jerga para convencerlos de caer en el esquema.

El uso de WhatsApp ofrece otras ventajas prácticas para estas operaciones de ciberestafa. Inicialmente, pueden dirigir sus esfuerzos, por ejemplo, a Alemania a pesar de que las víctimas de trata que son explotadas para estas ciberestafas no hablen ni una palabra de alemán.

La barrera idiomática no es un freno para estas mafias. Todos los chats son filtrados a través de un software de traducción de idiomas. Luego, cambian a objetivos que hablan inglés. La sofisticación llega al punto de que si alguna de las posibles víctimas de la ciberestafa quería escuchar la voz de la mujer atractiva que se enseñaba en el perfil falso, las mafias disponen de mujeres que hablan inglés con fluidez y pueden dejar grabar notas de voz para él.

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