Diario16 ha tenido acceso a nuevos documentos internos del Banco Popular que muestran cómo el plan de Emilio Saracho de no gestionar la entidad y propiciar una venta, ya fuera a través de una operación corporativa o por medio de un proceso de resolución, no conocía de estrategias alternativas.
En uno de esos documentos se muestra el borrador de la presentación y del discurso de Emilio Saracho en la Junta General de Accionistas celebrada el 10 de abril de 2007. El archivo en Power Point, remitido en un correo electrónico por Rocío López Yeste, directora de la Oficina de la Presidencia del Popular, y corregido posteriormente por el director general financiero, Miguel Escrig antes de ser remitido a Saracho, señala lo siguiente:
«Mis reflexiones sobre el pasado no tratan de juzgar, pero no creo en soluciones cortoplacistas para problemas estructurales ya que en el fondo tienden a debilitar el valor de la franquicia y simplemente retrasan lo inevitable. Como podrán comprender, mi posición respecto a la generación de capital de forma alternativa será en el futuro mucho más restrictiva. El proyecto Sunrise es un buen ejemplo. No creo que la transacción tal como fue presentada cumpliera con mis requerimientos de ser una solución definitiva, fácil de entender o con la valoración adecuada para el riesgo que aún conservaríamos. El concepto, no obstante, tiene todavía potencial y aunque aún no ha llegado su momento, internalizaremos el proyecto y lo ejecutaremos con la misma presteza que originalmente fue planteado».
Las soluciones que presentó Saracho para los problemas estructurales ya los conocemos: o ampliación de capital, o venta, o resolución, tal y como señaló en el mes de marzo de 2017 en el Banco Central Europeo. Los peritos del Banco de España indicaron lo siguiente en el informe presentado en la Audiencia Nacional: «Para finalizar comentamos la estrategia comunicada por D. Emilio Saracho en la reunión con los coordinadores el JST (BCE/BdE) el 15 de marzo de 2017 donde les indica que hay un cambio en la estrategia del banco, que afecta a tres aspectos muy relevantes:
- » El primero es el nombramiento de un nuevo CEO y la sucesión de D. Pedro Larena por desacuerdos, manifestando que no confía en el CEO y los ejecutivos del banco.
- » El segundo se refiere a las alternativas estratégicas del banco, incluso en el supuesto de que consiguiese realizar con éxito las desinversiones en Wizink, Totalbank y otras, el banco rompería el requerimiento de capital en enero de 2018 por lo que las alternativas son: una operación corporativa, una ampliación de capital que no ve posible y la resolución. Sobre la resolución dice que iría en contra de la economía española y europea por lo que el Banco y los reguladores deberían estar preparados para tratar esta situación aprendiendo de lo realizado en el caso de los bancos italianos. Ante esta manifestación el JSTC le explicó a D. Emilio Saracho los condicionantes previos para una resolución.
- Y el último lugar, el abandono de Sunrise que D. Emilio Saracho no veía posible».
En consecuencia, Saracho comunicó a los accionistas que veía con buenos ojos el Proyecto Sunrise pero que no era el momento de aplicarlo, cuando un mes antes decía lo contrario en el BCE o cuando el propio Ministerio de Economía de Luis de Guindos, a través de la Secretaría del Tesoro, cambió de criterio para dicha parte del Plan de Negocio 2016 una vez que se hizo oficial que Saracho sería el presidente:
Las palabras de Saracho recogidas en el documento al que ha tenido acceso Diario16, muestran, sobre todo, que ya daba por hecho la resolución de la entidad, «lo inevitable» y por esta razón descartaba cualquier tipo de operación de refuerzo de capital cuando, precisamente, en las mismas fechas en las que se preparó dicho documento, se estaba diseñando un Plan de Capital que fue aprobado por el Consejo de Administración sólo unas horas antes de que Saracho interviniera en la Junta.
Sunrise hubiera evitado la caída del Popular
A pesar de las palabras de Emilio Saracho, la realidad es que el Proyecto Sunrise hubiese evitado la resolución del Popular puesto que habría generado fuertes plusvalías –superiores a 500 millones– e impactos positivos en capital de1.500 millones. Ejecutando el plan, Popular seguiría hoy funcionando.