El teniente de alcalde de Prevención y Seguridad, Albert Batlle, explicó el dispositivo de seguridad que se va a aplicar con el objetivo de evitar las aglomeraciones nocturnas que protagonizan los jóvenes en los lugares de ocio improvisados. Y que incorporará barridos a manguerazos. El propósito es controlar los accesos a las zonas más concurridas e intentar canalizar los flujos de personas para evitar masificaciones. Cuando esto no sea suficiente, se harán “barridos para liberar espacio”, explicó el concejal.
EQUIPOS DE LIMPIEZA
Para realizar estos barridos los agentes de seguridad deberán coordinarse con los equipos de limpieza que serán los encargados de ir mojando los espacios. Este procedimiento ya se ha utilizado de manera puntual: “En Gràcia, ya hemos hecho dos, una a las once de la noche y otra a la una para evitar que se vuelva a ocupar el espacio; en las playas también lo haremos y conduciremos a la gente hacia el paseo Joan de Borbó”, explicaron las autoridades municipales.
MAS VALE PREVENIR
Los botellones volvieron a Barcelona con el levantamiento del toque de queda. La playa de la Barceloneta o la zona del Borne se convertían en punto de reunión de miles de jóvenes que a la misma velocidad que ingerían alcohol se olvidaban de mantener las normas de seguridad. El veloz crecimiento en el número de contagios obliga a los responsables de seguridad a aplicar medidas disuasorias, sobre todo, en previsión del aumento de los botellones al adelantar el horario de cierre del ocio nocturno.
MEDIDAS DESESPERADAS
Las autoridades descartan, de momento, el toque de queda, pero las alarmas están encendidas desde hace días. Barcelona ha pasado en unos pocos días de 150 casos diarios a más de 1.000. Los contagios se han disparado entre los jóvenes y, por ello, se pretende aplicar un dispositivo que incida en el momento más complicado: la noche. La Guardia Urbana se coordinará con los servicios de limpieza para desalojar estos espacios en un nuevo dispositivo policial en el que también participarán los Mossos d’Esquadra y, en el frente marítimo, la policía portuaria.
