Caso Popular: el gobierno de Rajoy ya maniobró en 2015 en una operación para «salvar» al Santander

30 de Mayo de 2020
Actualizado el 02 de julio de 2024
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Banco de España JAG 01

En la misma medida en que la democracia iba madurando enEspaña, el Banco Santander iba ganando poder e influencias. Han sido muchas lasoperaciones en las que se ha visto beneficiado por la indulgencia de los trespoderes y, sobre todo, de la mayor parte de los medios de comunicación. En lasúltimas décadas, antes y después de la inesperada muerte de Emilio Botín, laciudadanía española ha visto cómo se pagaron jubilaciones multimillonarias aJosé María Amusátegui y a Ángel Corcóstegui para que dejaran el campo libre alpresidente del Santander sin que fuesen condenados; se ha visto cómo se archivóla querella presentada por Rafael Pérez Escolar en referencia a la intervenciónde Banesto por delitos como apropiación indebida, falsedad en documentomercantil, revelación de secretos, uso de información privilegiada, cohecho,prevaricación, estafa o malversación de caudales públicos que fue archivada porBaltasar Garzón justo antes de que se marchara a Estados Unidos en un viajepagado por el Santander. Todo ello por no hablar de la doctrina Botín o de los2.000 millones ocultos en el HSBC de Suiza ni, por supuesto, del caso Banco Popular.

El Santander se ha convertido en una razón de Estado y, encuanto tiene dificultades, ahí ha estado el gobierno de turno, ya fuera FelipeGonzález, José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero o Mariano Rajoy. Esperemosque Pedro Sánchez no se incluya en esta lista negra, aunque todo indica que vacamino de ello, en este caso por omisión pasiva.

Respecto al Caso Popular, hay que decir que el sistema sabíade las dificultades que estaba pasando el Santander y se puso a trabajar paraevitar su caída. El modus operandi del primer movimiento es tan similar a laoperación del Popular que se podría interpretar que fue un simulacro de lo quevendría después.

Ahí hubo un hombre clave, Fernando Restoy que fue subgobernadordel Banco de España y presidente del FROB de 2012 a 2016. Antes había sido vicepresidentede la CNMV, organismo del que salió entre polémicas. A Restoy se le llegó avincular al PSOE. De hecho, fue nombrado subgobernador a sugerencia socialistamientras que Luis María Linde fue gobernador por la del PP. Durante esos añosmantuvo una relación tirante con el «padrino» del Gobernador, Luis de Guindos. Conel paso de los años, la relación entre el actual vicepresidente del BCE y Lindese agrió por la oposición del segundo a algunas decisiones atrabiliarias delprimero durante la reestructuración financiera y, en cambio, la relación entreDe Guindos y Restoy se fue destensando. Ya saben, la ley de los vasoscomunicantes.

Desde mediados de 2015 la preocupación sobre la situacióndel Banco Santander era vox pópuli en el mercado. El banco cántabro eray es una cuestión de Estado. Fernando Restoy maniobró para que el bancoportugués Banif (Banco Internacional do Funchal), intervenido y bajo custodiadel Estado portugués cayese en manos del Santander, en detrimento de otroscompetidores, en una solución atípica ya que contenía un esquema deprotección de activos a pagar por el Estado y que los técnicos estiman queproporcionó más de mil millones de euros de beneficios al Santander. Restoyse implicó personalmente en la adjudicación de Banif, para perplejidad deCarlos Costa, Gobernador del Banco de Portugal.

Banif —un problema mayúsculo para el país vecino— era unapieza menor y sólo alivió transitoriamente las cuitas de Santander. Otracosa diferente era el Popular, sus once mil millones de patrimonio, sucapacidad de generar beneficios y su liderazgo en el negocio de pymes; unobjetivo prioritario para arreglar las cuentas del Santander, sobre todo desdeque en el mes de febrero de 2016 el primer ministro británico, David Cameron,anunciara la celebración del referéndum del Brexit. Concretamente, ese anunciose produjo tres días después de que Emilio Saracho contratara al despacho decabecera del Santander y el mismo día en que fue nombrado presidente de laentidad a la que llevó a la resolución. Nada es casual, créannos, na-da.

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